La feligresía de la parroquia San Andrés de Ciruelos es cien por ciento rural, devota de su patrono San Andrés y comprometida con la Iglesia. Hecho que queda de manifiesto en la importante participación que tienen en la celebración de sacramentos, fiestas y actividades pastorales.

Sin embargo, la falta de conectividad durante todo este tiempo de pandemia dificultó la labor habitual de sus agentes pastorales y catequistas, lo que perjudicó el quehacer pastoral de la parroquia. Por ello, el padre Claudio Fuenzalida, administrador parroquial de Ciruelos, agradece la ordenación de los dos nuevos diáconos: Jaime Muñoz y Luis Gálvez, los que junto a Domingo Silva; el padre Gino Bonomo, radicado en Pichilemu; y el vicario pastoral de Ciruelos, padre Alejandro Fredes Marchant, han conseguido llegar a cada una de las  once comunidades que conforman la parroquia para acompañarlas y celebrar la santa misa, a lo menos una vez al mes. Aunque en Cahuil y Ciruelos se celebra todos los domingos.

Este nuevo aire ha posibilitado que se haya retomado la reunión del Consejo Pastoral Parroquial, que se realiza el tercer viernes de cada mes, desde las 9 hasta las 13 horas, para compartir las informaciones y conversar sobre los desafíos pastorales futuros. El padre Claudio explicó que “todavía debemos reactivar el Consejo Económico Parroquial”. No obstante, dijo que “se realizó una auditoria de rutina para evaluar la situación de la parroquia y poder proyectarse y continuar en la regularización de los terrenos de las capillas”. Actualmente, sólo la comunidad de Nuevo Reino no cuenta con capilla y funciona en una casa.

LOS DESAFIOS

Junto a los desafíos administrativos, también están los pastorales, donde la retomar la catequesis y trabajar en el Sínodo está entre las prioridades del padre Claudio y la comunidad.

En relación a la catequesis, dijo que debido a la falta de conectividad éstas no se pudieron realizar, pero ya están  abiertas las inscripciones para desarrollarlas durante el 2022. Este año, en tanto, recibirán sus sacramentos los niños que se prepararon durante el 2019 y que recién pudieron retomar este 2021.

Señaló que, en el ámbito de los sacramentos, éstos siempre se entregaron, buscando la forma de que fuera sin riego de contagio, pero sin desatender a la gente. De hecho, contó que no se detuvo una tradición que hay en Ciruelos: se acostumbra a realizar una novena de los difuntos. Una vez que la persona fallece, sus deudos rezan por nueve días y al noveno día se celebra la Santa Misa. La atención a los enfermos siempre estuvo presente: “donde nos llamaban íbamos para entregar la unción de los enfermos”.

También para el 2022, “estamos comprometidos como parroquia para acompañar y trabajar en el Sínodo, con el material que se está comenzando a difundir”, por lo que han nombrado a una delegado parroquial que está organizando esa participación.

FIESTA PATRONAL, FIESTA DE LA TRADICIÓN Y LA FE

Tras meses de peregrinación (desde el 12 de septiembre hasta el pasado 19 de noviembre) por las comunidades de Ciruelos, la imagen de San Andrés regresó al templo parroquial, en la tradicional cabalgata, escoltado por cerca de 150 huasos. Ésta salió desde la comunidad de Espinillo, pasando por la comunidad de Alto Ramírez y la de Pañúl, para llegar a Ciruelos.

Ya en Ciruelos se hizo un recorrido por la calle principal y luego en el frontis del templo parroquial se celebró un pequeño acto litúrgico, donde se bailaron algunos pies de cuecas.

San Andrés recorrió cada una de las once comunidades de la parroquia, donde permaneció una semana, durante la cual era acompañado por los fieles quienes participaban activamente en las acciones pastorales.

El padre Claudio Fuenzalida dijo que “durante todos los días que San Andrés permaneció en su comunidad se les acompañaba con la celebración de la santa misa”, aseveró el padre; y explicó que “esto fue posible porque ahora contamos con tres diáconos y somos tres sacerdotes. Entonces, entre los seis nos organizábamos para acompañar todos los días a la comunidad donde se encontraba San Andrés”. 

Desde el 21 de noviembre se comenzó a celebrar la novena; el 29 se efectuó una misa y luego hubo un encuentro de Canto a lo divino y una vigilia. El 30 de noviembre se celebró la fiesta patronal con misas a las 8, 10, 12, 14, 16, 18 y 20 horas, en la parroquia, con el apoyo de diferentes sacerdotes. Además, se contó también con el apoyo de la Municipalidad de Pichilemu y su personal para la constante sanitización de la parroquia; personal de salud para la toma de temperatura; y para con la seguridad.  Durante esta fiesta patronal, debido a que la comuna de Pichilemu se encuentra en fase 2 del plan Paso a Paso, no se permitieron los puestos comerciales.

¡Felicidades a Ciruelos por esta es una gran celebración de su fiesta religiosa!