Durante los dos días de realización se ofreció un espacio de profunda reflexión sobre los desafíos éticos y morales que enfrentan la sociedad y la ciencia, con un enfoque cristiano.
“En este seminario queremos proclamar la belleza de cada vida humana que requiere ser protegida y acompañada siempre”, señaló el obispo de Rancagua, Monseñor Guillermo Vera Soto, en la inauguración del I Seminario de Bioética para la promoción de la vida y dignidad de la persona humana, ante los más de 50 asistentes a él.
El Seminario, que se desarrolló los días 16 y 17 de octubre en el Obispado de Rancagua, estuvo enmarcado en la conmemoración del Centenario de la Diócesis de la Santa Cruz de Rancagua y fue organizado en conjunto con los Misioneros Identes.
Durante los dos días de realización se ofreció un espacio de profunda reflexión sobre los desafíos éticos y morales que enfrentan la sociedad y la ciencia, con un enfoque cristiano.
El seminario fue inaugurado por Mons. Guillermo Vera, Obispo de Rancagua, quien presentó el evento dentro del contexto del centenario diocesano, destacando la importancia de abordar los signos de los tiempos en los que se encuentra inmersa la sociedad chilena y los caminos que ofrece la fe frente a estas temáticas de la vida y la dignidad de la persona.
“Hoy, en el tiempo en que cada hombre y mujer podría vivir con más esperanza y seguridad debido a los avances de la humanidad, vemos que en no pocos lugares la dignidad de la vida humana es avasallada por guerras e injusticias y por el desprecio creciente de la vida humana concebida y no nacida y de los más vulnerables como son los enfermos y ancianos”, señaló el obispo de Rancagua.
“Ante esta realidad, estamos aquí en este seminario para formarnos y levantar la voz de la Iglesia, que fiel al no matarás de la Biblia”, agregó.
Monseñor Vera fue enfático al señalar: “Llamamos a todos a no relativizar el valor de la vida humana. Lamentablemente, la percepción de la gravedad del aborto y de la eutanasia se ha ido debilitando progresivamente en la conciencia de muchos, lo que está por otra parte, en consonancia con el desprecio de la vida humana que se manifiesta en nuestros días en medio de guerras, violencias, delincuencias y otros males que dañan de manera especial la vida de inocentes”.
Tender una mano
El obispo de Rancagua recalcó a los presentes que los niños no nacidos son los seres humanos más débiles e indefensos, por lo que son los que más se deben cuidar. “Por eso, la Iglesia junto con gritar lo atroz de un aborto, insta a crear ambientes seguros para acoger la vida, la formación y promoción de la familia y a dar seguridades que permitan enfrentar con esperanza la vida. Y cuando todo esto no es suficiente, ahí está la iglesia gritando a través de la madre Teresa de Calcuta no los maten, dénmelos a mí”, afirmó.
En ese contexto, explicó que la labor de la Iglesia también está enfocada en acoger y acompañar. Esto se hace en las numerosas casas de acogida para mamás vulnerables o para niños sin padres, llevadas por religiosas y personas de buena voluntad, que así manifiestan el valor de cada vida. Enfatizó el pastor diocesano que hay realidades muy dolorosas a las que también se les tiene una mano, como a aquellas madres y padres que en algún momento optaron por el aborto y que hoy sufren en su corazón dándose cuenta de lo sucedido. “En la Iglesia hay retiros especiales para quienes han sufrido esto, hay momentos de oración y de escucha, y siempre el sacramento de la penitencia, donde Dios irá al encuentro del que ha caído para levantarlo y abrazarle con la ternura de un Dios que nos dice: aunque tus pecados sean rojos como la sangre, si te arrepientes blanquearán como la nieve”, expresó.
Temas abordados
La jornada continuó con la exposición del presbítero Ángel Rodríguez -Misionero Idente, promotor del evento- que expuso sobre “La dignidad de la persona humana desde su fecundación hasta su muerte”.
Luego el doctor Manuel Santos Alcántara profundizó en “El inicio de la vida humana desde la perspectiva científico-biológica” y por la tarde, Raúl Caulier Cisterna trató sobre el impacto de la tecnología en la vida humana con su ponencia “Inteligencia artificial para la vida”.
El segundo día, el 17 de octubre, contó con presentaciones sobre temas éticos fundamentales: el doctor Mauricio Besio habló sobre el controvertido tema del “Aborto terapéutico”, mientras que el médico Jorge Neira abordó la situación de “La violación en Chile hoy”, con un enfoque en el acompañamiento a las víctimas. La siquiatra Ximena Fuentes presentó sobre el “Síndrome postaborto y sus reacciones psicológicas”, y finalmente, el Dr. Francisco Mardones cerró el seminario con una discusión sobre “El embarazo adolescente en Chile, hoy”.
El seminario, concebido como una instancia de diálogo abierto, interpeló tanto a los católicos, como a toda la sociedad sobre los grandes desafíos éticos que se imponen a la conciencia humana en el contexto contemporáneo. El obispo de Rancagua destacó que esta instancia de formación congregó a personas de distintas profesiones y lugares de la región, cada una con la intención de profundizar en estos temas.
Las ponencias se pueden ver en http://www.youtube.com/@comunicacionesobispadodergua