En este mes de octubre se anima a las familias a adquirir y preparar altares familiares, que son un espacio de encuentro espiritual en el hogar.
La Pastoral Familiar de la Diócesis de Rancagua invita a todas las familias católicas a unirse durante el mes de octubre en la celebración del Mes de la Familia, bajo el lema: “Familia, donde vivimos la esperanza, el amor y la oración”. Este mes es una oportunidad para profundizar en el papel fundamental de la familia como el primer espacio donde se cultivan los valores cristianos y humanos, han indicado los organizadores.
Al igual que Jesús, quien creció en el seno de una familia humilde y amorosa en Nazaret, cada familia hoy es el refugio, la primera escuela de vida y el lugar donde se forja el carácter de cada persona. Desde el hogar, se educa al buen ciudadano, al buen creyente y a la buena persona. En la familia se construyen los pilares de una sociedad justa, basada en el amor y los valores compartidos.
“La Sagrada Familia de Nazaret nos enseña que toda familia es sagrada, y este vínculo es el cimiento de la sociedad. Es en el corazón de los padres donde se forja el proyecto de humanidad, del cual todos somos responsables. La familia es la escuela del amor, la esperanza y la oración”, explican.
Este año, como es costumbre, la Pastoral Familiar anima a las familias a adquirir y preparar altares familiares, un espacio de encuentro espiritual en el hogar. Sin embargo, el llamado es a dar un paso más allá: convertir este lugar de oración en un rincón permanente en el hogar, donde Dios y la humanidad se encuentren diariamente. No se necesita mucho, basta una cruz, una flor, un rosario, una vela o una Biblia, cualquier objeto que nos conecte con nuestra fe.
Este altar familiar será un lugar donde, unidos como familia, podamos orar por los bienes recibidos, las dificultades enfrentadas, las alegrías compartidas y las tristezas vividas. La vida entera puede ser una oración, y cada gesto de amor y esperanza fortalece a la familia y a la comunidad.
Durante este mes, la Diócesis también invita a las comunidades parroquiales a celebrar a las familias y a sus miembros. Se sugiere que, al igual que en 2023, se realicen celebraciones comunitarias cada semana para honrar y fortalecer los lazos familiares.
Que este Mes de la Familia sea una ocasión para renovar la esperanza, el amor y la oración en cada hogar, inspirando una sociedad más justa y amorosa.