Una comunidad unida por la fe

Lunes 04 de Marzo del 2024
• A falta de un templo que los acoja, la actividad pastoral se desarrolla en las tres capillas con las que cuenta la Parroquia Santa Clara de Asís de Rancagua.
 
Desde que se fundó, el 16 de julio de 2011, no han cesado los esfuerzos por construir un templo parroquial que acoja a toda la comunidad de la Parroquia Santa Clara de Asís de Rancagua.  Mientras eso sucede -y pueden conseguir los recursos para la construcción, pues el terreno ya lo tienen-  cuentan con tres capillas, cuyas actividades pastorales son incesantes, señala el padre Héctor Pulgar Quintanilla, quien desde 2023 es su administrador parroquial.
La Parroquia Santa Clara de Asís se desprendió de la Parroquia Cristo Rey, debido al crecimiento habitacional explosivo que se produjo en el sector surponiente de Rancagua, con numerosos conjuntos habitacionales nuevos. Actualmente, esta parroquia cuenta con las siguientes comunidades: sector Santa Julia; comunidad Jesús de la Misericordia; Villa Covanicoop; comunidad Florencia; y una incipiente comunidad en Galilea F. De todas ellas, hay tres que cuentan con capillas: Sagrada Familia, San Antonio de Padua y Jesús de la Misericordia. 
El padre Héctor indica que apenas llegó el año pasado se dio cuenta de que es comunidad muy viva, muy comprometida, generosa e independiente, con gente que hace la cosas sin esperar a que él esté encima organizando todo. De hecho, para ayudar a los damnificados por los incendios, se organizaron rápidamente y lograron mandar un camión con ayuda en muy poco tiempo. Es que otra de las características de los feligreses es lo solidario que son. Si hay alguna necesidad, se organizan: hacen rifas, venden comida y están atentos unos con otros. 
 
Con los brazos abiertos
Por su estilo más tradicional de vivir su sacerdocio, el padre Pulgar dice que llegó con mucha precaución y con apertura de miras para conocer a este Pueblo de Dios. A poco andar sintió el cariño con que lo tratan y empezó a conocer la forma de trabajar de estos empeñosos laicos. Indica que, le llamó la atención, que cada capilla tiene su propia identidad: sus grupos de oración, de ayuda fraterna, de catequesis, etc.; y que se sienten muy identificados con sus santos patronos, participando activamente de todas las acciones pastorales que se programan. 
Ese corazón abierto para recibir a su sacerdote, también se ha demostrado al recibir a extranjeros, específicamente venezolanos, y a otros grupos de Iglesia, como el movimiento carismático, que también participa en las capillas. 
En cada una de las comunidades hay un coro, compuesto por varios integrantes, por lo que si hay algo que caracteriza las liturgias es la alabanza que hacen a través de la música. “Eso es muy bonito, nunca hay un bautizo, o una misa sin que haya un coro presente”, acota el padre. 
Desafíos
A pesar de esta unidad en la fe, les afecta el no tener un templo parroquial. De hecho, el padre señala que es muy necesario, porque “un templo es un signo de unidad de la comunidad; y eso es lo que yo he tratado de fomentar también, porque como son capillas individuales, se tiende un poquito “capillanista”, por lo que ahora estamos unificando la celebración”, precisa. Por este motivo, están calendarizando acciones conjuntas. “Mi idea- y no es porque tener menos trabajo, sino que unificar la parroquia- es que se haga una sola ceremonia de primera comunión. O sea, que cada capilla tenga su catequesis, pero que haya instancias en las cuales la parroquia se sienta como una sola parroquia”. Además, “estamos reforzando más aún la espiritualidad de la patrona de la parroquia, que es Santa Clara, que amó profundamente la eucaristía”, indica.
Todas estas acciones se realizan en clave de misión, pues el sector cuenta con muchas familias jóvenes, con niños pequeños, con los que hay que trabajar. 
Finalmente, el padre Héctor Pulgar le manda un cariñoso mensaje de gratitud a cada uno de los fieles: “No cambien. Que se ardor que tienen por el Señor, nadie se los apague. Les agradezco de corazón: la paciencia, la compañía y también el cariño”.