Comenzamos el quehacer de un nuevo año. Marzo es el mes del empuje. Enero y febrero es tiempo de vacaciones –entre comillas no más- porque la misión evangelizadora de la Iglesia es permanente y, por ende, la necesidad pastoral en su conjunto también. De igual manera son muy necesarios los momentos de descanso, de esparcimiento, de compartir con la familia y seres queridos. Por ello, espero que a todos les haya sido reconfortante y provechoso este periodo vacacional.

CON FE Y OPTIMISMO, queremos como Pastoral del 1% a mi Iglesia retomar nuestras actividades, partiendo con nuestro encuentro diocesano, donde participa el Coordinador y Vice-coordinador del 1% de cada parroquia (67 parroquias en total), que tendrá lugar en el mes de abril. Les avisaremos con debida antelación el día, hora y lugar para que nos vayamos preparando. También la prioridad de reafirmar la necesidad de los encuentros en las parroquias, por lo que programaremos con el párroco y el coordinador del 1%, estos momentos esenciales; también en los colegios católicos, coordinando con el encargado pastoral del colegio; con las empresas adheridas al 1%; y, por cierto, realizaremos encuentros con el clero decanal, previo acuerdo con el padre decano, todo en comunión con nuestro Obispo y la iglesia diocesana.

INFINITAS GRACIAS a todos los Agentes Pastorales por vuestra perseverancia en el Apostolado del 1% en sus parroquias, con todo lo que ha significado vivir personal, familiar y comunitariamente momentos difíciles -la pandemia-, pero que gracias a Dios hoy estamos en un escenario más favorable. Infinitas gracias también a todos los Erogantes, que fielmente aportan su 1%, que es el cauce normal que tienen los fieles católicos para financiar responsable y solidariamente a su Iglesia. Nuestra Iglesia Católica es una comunidad, es la familia de los discípulos de Jesucristo que quiere llevar adelante su misión salvadora.

Quiero invitarlos a reflexionar lo que el apóstol Pablo, en su 2° Carta a los Corintios 9, 6-7 escribió: “Tengan esto presente: el que siembra con miseria, miseria cosecha; el que siembra generosamente, generosamente cosecha. Que cada uno de según su conciencia, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al que da con alegría”.

Bendiciones a todos ustedes

Diácono Genaro Díaz

Director Diocesano

Pastoral 1% a mi Iglesia