Frente a lo vivido por cientos de familias de la Región de O’Higgins durante los fuertes temporales de este año, donde muchas de ellas perdieron gran parte de sus enseres conseguidos por años de trabajo y vieron parte de su vivienda destruida, la Iglesia de la Diócesis de Rancagua, a través de la Fundación Caritas Rancagua se ha hecho presente.

Su secretario, César Morales, señaló que “es nuestra misión como Iglesia acudir a las personas cuando están sufriendo y entregarles esperanza. Caritas a través de los sacerdotes y párrocos vio la necesidad y se determinaron las prioridades para apoyar a estas familias”.

Es por ello, que con recursos aportados por la Fundación Emmanuel y administrados por la Caritas Nacional se inició durante el mes de octubre el proyecto “Fomentando la caridad cristiana. Plan de respuesta a sistema frontal”, que está orientado a la reconstrucción, a través del aporte de utensilios y enseres que les permitan a estas familias salir adelante.

Es así como después de una primera ayuda, que permitió sortear la urgencia de la emergencia, y realizada con recursos propios de las parroquias de las comunas más afectadas por los temporales, se puso en marcha este proyecto.

EL APORTE A LAS FAMILIAS

Estaba proyectado apoyar a 120 familias de las comunas de Doñihue, Placilla, Santa Cruz e Isla de Yáquil, sin embargo, se han realizado esfuerzos para entregarle esperanza, a través de este proyecto, a más familias. Es así como se llegará a poco más de 200.

En una primera instancia fueron los sacerdotes los que realizaron un pre-sondeo de las familias que más apoyo requerían, las que fueron visitadas por la asistente social Constanza Miranda, a cargo del proyecto de Caritas para evaluar sus necesidades más urgentes.

Según ese catastro, desde mediados del mes de octubre y hasta el 30 de diciembre, se están distribuyendo las ayudas, las cuales están divididas en tres áreas: alimentación a través de la entrega de cajas de mercadería; una segunda área es la entrega de enseres, tales como cocina incluido todo el kit (regulador y vale para el galones de gas), cama o ropa de cama; y la tercera, entrega de material de construcción para el mejoramiento de los pisos o paredes de las viviendas, y para lo cual se dispuso de la ayuda de maestros para apoyar técnicamente a la familia en su reparación o instalación, según la situación de cada hogar.  

Cada familia ha recibido alguno de estos aportes después de haber vivido en carne propia los efectos del temporal.

LA ALEGRÍA DE LA ESPERANZA

La asistente social y encargada del proyecto de apoyo a las familias afectadas por el temporal, Constanza Miranda resaltó la alegría de las familias al recibir estas ayudas, que puede ser una caja de mercadería o una cocina, entre otros. “Al recibir estos aportes ellos sienten que no han quedado en el abandono, sino que existe preocupación por la situación que vivieron y que todavía los afecta, porque en muchos casos son familias que perdieron prácticamente todo y que por uno u otro motivo no cumplían con el perfil para recibir los beneficios del gobierno”, aseveró.

En ese sentido, Constanza Miranda agradeció la labor realizada por las parroquias, sus sacerdotes y agentes pastorales que facilitaron la labor de identificar a las familias que más necesitaban apoyo y llegar con la mayor rapidez posible a ellos. Éste fue un trabajo conjunto, donde también se incorporó a las juntas de vecinos y Desarrollo Comunitario de las Municipalidades para identificar a las personas.

Aseveró que “las familias están muy agradecidas, porque la iglesia ha estado presente, primero a través de los sacerdotes y párrocos; y, Caritas, que -por medio de este proyecto- les permite tener esperanza que de a poco saldrán adelante”.