Cada mes de octubre, la Iglesia nos invita a vivir y celebrar el tesoro más preciado que Dios nos ha dado: la Familia. Es en ese sentido, que la Pastoral Familiar diocesana invita a toda la comunidad a participar de las diferentes acciones que se han preparado para este mes, para vivirlo con alegría y entusiasmo, bajo el lema “Familia, ícono de Sinodalidad”.  

Ésta es una invitación a reflexionar sobre el lema que nos habla de lo que significa ser una familia unida y comprometida con el amor y la armonía; y nos invita a dirigir nuestra mirada a un modelo inspirador de familia: la Sagrada Familia de Nazareth, que nos enseña el esplendor del verdadero amor, la humildad y la entrega incondicional, formando un vínculo único y sagrado que fue el fundamento de la vida de nuestro Señor Jesucristo.

En este mes de la familia, la Pastoral Familiar destaca la importancia del altar familiar, que es un lugar sagrado dentro del hogar donde se vive y donde se fortalece la fe como familia. Es un espacio sagrado que, como familia, podemos crear, donde cada miembro de la familia puede experimentar la presencia de Dios en la vida cotidiana.

Al rezar juntos en el altar familiar, nos acercamos unos a otros y nos fortalecemos como familia.

Es un lugar de encuentro, de compartir nuestras alegrías y preocupaciones, y de buscar el consejo y apoyo mutuo. Es también un recordatorio constante de que Dios está presente en nuestras vidas y que su amor y gracia nos acompañan en cada paso del camino.

SEGUNDA JORNADA DIOCESANA FAMILIAR

Durante todo el año la Pastoral Familiar ha trabajado promoviendo los valores esenciales de la familia, instando a los agentes pastorales, párrocos y diáconos a crear dentro de sus comunidades una pastoral orgánica que esté al servicio de las familias que se acercan a pedir los sacramentos, a participar de la santa misa o de otras instancias pastorales o simplemente a orar y buscar compañía de otras personas, en este mundo tan despersonalizado y volcado a las redes sociales fáciles, inmediatas, pero muy distantes del calor humano, del consuelo, la cercanía y del amor.

Por esta y muchas otras razones, cree que es fundamental poner en primer lugar la acogida y conquista de estas familias, de todas ellas, con sus alegrías, penas, rupturas y desgarros. Y para esta tarea es que se debe estar preparados como agentes pastorales, para dar a cada persona lo que necesita, preparar los espacios para acoger a cada familia que quiera y necesite de nuestra ayuda, compañía y cariño.

Por esta razón, para el mes de la familia prepararon la Segunda Jornada Diocesana de Pastoral familiar, la cual se llevará a cabo el sábado 14 de octubre, desde las 9 hasta las 13:30 horas, en los salones del Santuario de Pelequén. Durante la jornada se revisará en conjunto el documento “Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial” y de qué manera los podemos ir integrando en nuestras comunidades.

PROGRAMA DE CELEBRACIÓN

DEL MES DE LA FAMILIA

El mes de la familia es una oportunidad para la Pastoral Familiar, en conjunto con las parroquias, capillas, movimientos eclesiales, para celebrar y relevar a las distintas familias y sus realidades, así sugieren hacer cada semana una celebración comunitaria.

1° semana, FAMILIA ÍCONO DE SINODALIDAD:

Instar a los niños, jóvenes, parejas en preparación al matrimonio a tener un altar familiar, con la imagen disponible en la página www.pastoralfamiliarchile.cl.  El altar familiar nos ayuda a vivir el lema, nos invita a caminar juntos en comunión, compartiendo nuestra fe y viviendo el Evangelio en unidad y armonía. Es un espacio donde aprendemos a escucharnos, a perdonarnos y a crecer juntos en el amor de Dios.

2° semana, ACOMPAÑAR LA PATERNIDAD Y LA MATERNIDAD:

Destacar la importancia de contar con hombres y mujeres capaces de abrazar con vigor su papel paternal y maternal en el seno de la familia y de la Iglesia. Promover en nuestras comunidades que "¡Un hijo es amado porque es un hijo! No porque encarne mis deseos. Los hijos son amados antes de nacer, como el amor de Dios que siempre nos ama primero. Se les ama antes de que hayan hecho algo para merecerlo, antes de que puedan hablar o pensar". Proponer juntar alimentos no perecibles, para ir en ayuda de familias en dificultad que tenga identificadas en cada comunidad.

3° semana, Bendición de lo/as ADULTOS MAYORES:

"No hay edad en la que uno pueda retirarse de la misión de anunciar el Evangelio”. Las personas mayores pueden aportar una valiosa contribución a la pastoral y de forma transversal (en la catequesis con niños, la pastoral juvenil, la pastoral familiar...). Tienen una vocación de santidad y una misión espiritual en la Iglesia. Celebrar con ellos ese fin de semana, el valor que tienen en sí mismo lo abuelos.

4° semana, RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL MATRIMONIO: 

El deseo y querer del esposo y la esposa en el día de su matrimonio es: ¡Que nuestro amor no se marchite; que dure! Esto no es solamente un deseo de Dios para ellos, sino que es su mismísimo mandamiento. Dios quiere que la unión de los esposos en el amor sea como su propio amor hacia su pueblo: fiel, fuerte, perenne, una verdadera alianza de amor. Con todos los matrimonios, con todas las familias, con todas nuestras comunidades cristianas, invitemos a todos los matrimonios a renovar su promesa frente a la comunidad parroquial

Quedan todos invitados a celebrar con alegría este mes, ¡Que el lema "¡Familia, Icono de Sinodalidad” nos inspire y guíe en este mes especial! ¡Que el Espíritu Santo sea nuestro compañero de viaje y nuestra fortaleza en cada paso que demos como familia!

Equipo Pastoral Familiar