Las ganas de hacer cosas y de participar con alegría es lo que representa a los fieles de la parroquia San Agustín de San Fernando, según el padre Juan Francisco Constanza quien hasta principios de septiembre fuera su párroco (en unos meses más asumirá como maestro en el Noviciado de la Orden, en Lima, Perú). Frente a ello, el padre Samuel Esteban Jara Muñoz, fue nombrado administrador parroquial de la parroquia.
Durante los más de dos años que el padre Constanzo ha estado en San Fernando ha trabajado intensamente en el área social, pastoral y de formación, siempre en conjunto con la comunidad; y explicando el carisma agustiniano, “con el cual los fieles se han ido identificando cada vez más”, dice el padre y argumenta que “también les hemos explicado que los religiosos estamos de paso y que esta es su casa y así lo sienten”.
AYUDA SOCIAL
El padre Juan Francisco cuenta que si bien la pandemia afectó a la parroquia San Agustín de San Fernando. Esto no fue por mucho tiempo, porque rápidamente se pusieron en marcha algunas acciones para llegar a la comunidad, tales como la creación de un Facebook de la parroquia y de las redes sociales disponibles para mantenerlos informados y transmitir la Eucaristía.
Junto a ello, se creó el 2020 en el área social, un comedor que llamaron Nuestra Señora del Buen Consejo, en la Población 18 de septiembre, enfocado a las personas de más escasos recursos, el cual ha continuado de forma permanente. Éste atiende todos los viernes a 230 personas; y cuenta con el apoyo de fundación Caritas de Rancagua y aportes de la comunidad.
Al mismo tiempo, al igual que en años anteriores, se realizó durante agosto, Mes de la Solidaridad, la entrega de cajas de mercaderías. También se continuará con la campaña de Navidad, durante la cual se distribuyen aproximadamente 200 cajas solidarias.
Este año además de forma adicional se realizó una campaña de invierno destinada a los damnificados por la emergencia climática. En ella se recolectaron alimentos no perecibles y ropa de cama. El padre Constanzo señaló que para ésta también contaron con el apoyo de los hermanos religiosos agustinos de Concepción y San Pedro de la Paz; y de un colegio de Santiago que vino a dejar un camión con ropa de cama, de vestir y alimentos no perecibles. Estos aportes fueron distribuidos -previo catastro- entre los damnificados.
PASTORAL Y FORMACIÓN
Durante cada mes del año, la parroquia San Agustín de San Fernando destina sus esfuerzos a resaltar algún hito de la iglesia, ya sea a través de la celebración de los santos agustinianos, las solemnidades o fechas de la Iglesia que convoquen a las comunidades en un objetivo común.
Es así como cada comunidad celebra su fiesta patronal; la del templo parroquial fue el pasado 28 de agosto. Por ejemplo, julio, el mes de la Virgen del Carmen; septiembre, el Mes de la Biblia. Éste concluyó el 30 de septiembre con una formación bíblica en la sede parroquial, desde las 10 hasta las 12 de día, abierto a toda la comunidad. Octubre, se enfocan en el mes de la familia; noviembre, el mes de María; y diciembre, Adviento.
Por otra parte, el padre Juan Francisco cuenta que la formación es fundamental. Por ello, una vez al mes se realiza una jornada de formación con los catequistas. Con ellos se planifica el año y también de forma mensual. Se conversa sobre cómo trabajar las diferentes temáticas; y se ha tratado de modernizar las actividades de catequesis, aprovechando la tecnología, para lo cual se han adquirido algunas herramientas como un data, entre otros.
También existe formación para los agentes pastorales sobre la liturgia y lectores, sobre cómo vivir mejor la Palabra de Dios. Además, actualmente se están formando ministros extraordinarios de la comunión en jornadas que se están desarrollando a nivel decanal.
Cuenta que durante este mes de octubre se realizarán encuentros para dar a conocer la espiritualidad agustiniana y que los fieles conozcan el carisma y se sientan parte de él. Este la imparten los hermanos de la congregación y también algunos laicos.
Junto a todas estas formaciones, el padre señala que se participa en todas las jornadas diocesanas y a nivel decanal de formación.
LOS DESAFIOS
Para el padre Juan Francisco Constanzo parte de los grandes desafíos que se deben enfrentar es la formación de una comunidad misionera, que pueda actuar dentro de la misma comunidad, que se pueda llegar a las casas; y trabajar con la familia, con los matrimonios. “El tema de la familia a nivel social está muy poco valorado, antes los matrimonios se acompañaban, eso ahora no pasa. Entonces, creo que se debería fortalecer esta área a nivel espiritual porque se requiere de ese soporte”, asevera.
