Palabras del Pastor

Una invitación a meditar sobre la fe que nos impulsa a buscar a Dios

"Si hay algo que los cristianos podemos ofrecer al mundo, es precisamente la certeza de que nuestras vidas están en las manos de Dios, en el cual creemos y con el cual a diario conversamos en la oración".

Mensaje de monseñor Guillermo Vera Soto, Obispo de Rancagua

 

Una invitación a meditar sobre la fe que nos impulsa a buscar a Dios

 

Estimados amigos y amigas:

Al celebra este Domingo la Fiesta de la Epifanía del Señor, Fiesta de Reyes o Pascua de los Negros, que nos recuerda a un Jesús que se deja encontrar por aquellos que de lejos y con muchas dificultades lo buscaban, es una hermosa ocasión para meditar acerca de la fe, la cual nos lleva a buscar a Dios

El día de nuestro bautismo, los papás y padrinos sostuvieron junto a nosotros una vela encendida, ella era signo de la fe, de una fe que nos ilumina y acompaña en el caminar por esta vida, hasta llegar a la vida eterna.

La fe es un caminar confiado y seguro en el amor del Padre, en la salvación que nos ha dado Jesucristo, en la fuerza del Espíritu que nos anima, en el amor maternal de la Virgen, en la fuerza que nos da la Palabra de Dios y los sacramentos, en la certeza de que en la comunidad de la Iglesia encontraremos todo lo necesario para caminar por el sendero que lleva a la Vida.

En el caminar de la fe encontraremos muchos signos luminosos que nos animan a seguir caminando, ellos son el ejemplo de tanta gente buena, que con su ejemplo nos alienta a seguir; pero también no dejaremos de encontrar obstáculos en aquellas personas o circunstancias de la vida que no nos permiten ver con claridad el querer de Dios.

La carta a los hebreos nos dice que la fe es “seguridad, convicción”. Sí, la fe no es un parecer o una opinión sino una certeza. Para nosotros que creemos, la seguridad y certeza, ha de estar puesta en el Señor y en su Palabra, sabiendo que Él no falla y que sus palabras son de vida eterna.

 La fe crece, creyendo. En efecto, la fe hay que vivirla, celebrarla, instruirla, anunciarla.

Revisemos entonces, como estamos viviendo nuestro ser creyente. Para querer y conocer mejor aquello en lo que creemos es importante la oración, la lectura de Biblia, el estudio del Catecismo.  Junto a esto, el acercarnos con devoción al Señor, por medio de la oración y los sacramentos. Dejemos de lado nuestras desidias y busquemos a Dios en serio, valorando el hecho de que Él nos ha mirado con cariño y nos ha invitado a seguirlo.

Hoy, en un mundo que se cree seguro, hay tantos miedos e inseguridades, la fe nos dice que nuestra vida está en las manos de un Padre amoroso y amante, que, si vela por lo pájaros del cielo y por las flores del campo, con mayor razón vela por nosotros que somos sus hijos.

Si hay algo que los cristianos podemos ofrecer al mundo, es precisamente la certeza de que nuestras vidas están en las manos de Dios, en el cual creemos y con el cual a diario conversamos en la oración.

Hermanos y hermanas: cuidemos nuestra fe cristiana y católica, que ella nos ilumine y con ella podamos iluminar la vida de tantos hermanos. No olvidemos que siempre podremos encontrar a Jesús, el Señor de nuestras vidas, en los brazos de María su Madre, como lo encontraron los Magos de Oriente a quienes hoy recordamos.

Les bendigo con cariño

 

+Guillermo Vera Soto

Obispo de Rancagua