Cada 4 de agosto se hace una invitación a mirar a San Juan Bautista María Vianney, popularmente conocido como el Santo Cura de Ars, que era hombre sencillo, humilde y entregado, que nos mostró el rostro amoroso del Padre en la Eucaristía y por medio del sacramento de la penitencia mientras desarrollaba su ministerio en una pequeña aldea en Francia.
En Rumbos le preguntamos a algunos párrocos cómo la espiritualidad del Santo Cura de Ars los inspira en su servicio.

Pbro. Luis Piña, párroco de P. San Judas Tadeo de Malloa

“La experiencia del cura de Ars ha sido modelo de vida. Cuando recién entré al seminario, no lo conocía, y a medida que me introducía en la formación lo iba conociendo, y después de haber pasado mucha agua bajo el puente de la vida. He ido descubriendo la sencillez del "estar " y hacer camino con la comunidad, desde mi fragilidad. Ir descubriendo el paso de Dios en las personas, en los rostros y situaciones. Solo alabar y bendecir a Dios, por qué en esta realidad me invita cada día a decir que Sí”.

Pbro. Héctor Pulgar, párroco de la P. Santo Cura de Ars de Rancagua.

“San Juan María Vianney enseñaba en una de sus pláticas: “Si el orgullo engendra todos los pecados, podemos también decir que la humildad engendra todas las virtudes. Con la humildad tendréis todo cuanto os hace falta para agradar a Dios y salvar vuestra alma; más sin ella, aun poseyendo todas las demás virtudes será cual si no tuvieseis nada”.

Esto me inspira en mi la labor como párroco, su inmensa humildad, de la cual carezco y le pido a Dios me la conceda”.

Este día se celebra a quienes son párrocos, por lo que le enviamos un afectuoso saludo a todos quienes realizan esta noble labor.