El Nuevo Testamento 2: Jesús según el relato de Marcos

Lunes 31 de Julio del 2023
Formación entregada por el teólogo Juan Pablo Espinosa Arce.

El Nuevo Testamento 2: Jesús según el relato de Marcos

 

Dr© Juan Pablo Espinosa Arce

Facultad de Teología UC 

Universidad Alberto Hurtado

Parroquia El Sagrario

 

¡Queridos lectores!

 

Bienvenidos y bienvenidas a la cápsula formativa de agosto, momento en el cual trabajaremos la cristología del relato evangélico de Marcos, es decir, cómo un relato particular del Nuevo Testamento comprende a Jesús. Así la palabra “cristología” designa a la reflexión teológica que busca comprender a Jesucristo (Cristo-logos; discurso sobre Jesucristo, inteligencia sobre su persona y misión) y si es “de Marcos” es porque buscaremos pensar cómo este relato habla del Señor y cómo ese discurso o logos constituye una base sólida que da fundamento a nuestra experiencia creyente y al seguimiento que hacemos al Maestro de Nazaret. Junto con ello, y haciéndonos eco de la anterior cápsula formativa, hemos de indicar que cada uno de los Evangelios posee una intención discursiva y teológica que funciona como su “fondo”, como su motivo y propósito. Por ello y en sintonía con el objetivo de este artículo trabajaré cinco breves puntos sobre este relato evangélico y cómo el mismo habla de Jesús y de las relaciones que desde Él se establecen con elementos centrales de su escritura o redacción y de algunos motivos teológicos particulares y que son posibles de hallar en el evangelio más antiguo escrito. 

 

  1. CUESTIONES GENERALES DEL EVANGELIO DE MARCOS

 

Lo primero que hemos de indicar es que Marcos es el Evangelio más antiguo datado por la crítica histórica y literaria cristiana hacia el año 50 o 60 después de Cristo, es decir, unos 30 años después de la Pascua de Jesús. Curiosamente y por ser el evangelio más breve (solo 16 capítulos) Marcos fue durante mucho tiempo considerado un evangelio menor, pero los estudios bíblicos se percataron que entre Marcos, Mateo y Lucas existía una clara similitud. Esta similitud de materiales, relatos o palabras se hizo más perceptible cuando estos tres evangelios se pusieron en columnas paralelas dando lugar a lo que se conoce como “la cuestión sinóptica”, es decir, preguntarse cómo surgió esta similitud entre los tres relatos. Por ello estos evangelios se conocen como “sinópticos”, palabra griega que significa “visión de conjunto” o “visión de un solo golpe de vista” (Lona 2009).

 

En medio de esta lectura conjunta, los estudios de la Biblia se preguntaron cómo se dio dicha similitud. La hipótesis se estableció de la siguiente manera: a) Marcos es el evangelio más antiguo, y en específico lo que se conoce como el “relato pre-marcano de la pasión”. Esta última idea sostiene que antes de la redacción final del evangelio el relato o la tradición que se mantenía con más fuerza era lo concerniente a los acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La razón es que fue el acontecimiento “final” y más conocido por la comunidad hasta el punto de fundamentar el kerigma o anuncio originario de la comunidad (1 Cor 15). La confesión de fe fundamental de la Iglesia es que Jesús murió, pero fue resucitado por Dios (Hech 2,32-41). En segundo lugar, b) y junto con el relato pre-marcano o anterior a Marcos de la pasión de Jesús la crítica bíblica reconoce que Marcos, al tener preminencia ante los otros dos relatos, es la fuente que posee los hechos y acciones realizadas por Jesús. Mateo y Lucas que conoció esta tradición previa utilizaron lo recopilado por Marcos para consignar los acontecimientos de Jesús. Hasta aquí solo tenemos los “hechos” o “acciones” pero nos faltan las palabras o dichos de Jesús. Es aquí en donde surge la tercera característica, a saber, c) que debió existir una tradición originaria de Palestina que transmitió los dichos de Jesús. Esta fuente es una “fuente hipotética”, es decir, es un intento que los estudios bíblicos tuvieron para explicar la cuestión sinóptica. Esta fuente se conoce como “FUENTE Q”, llamada así por la inicial de la palabra “fuente” que en alemán se escribe “quelle”. Con esto quedaría más o menos propuesto cómo y por qué Marcos tiene una fuerza de preminencia en los otros dos evangelios sinópticos. 

 

Otro aspecto por indicar y tal como lo sostuvimos en la columna de julio es que el evangelio no es una biografía de Jesús sino un mensaje de fe que busca despertar la fe de una comunidad específica y, por ende, un mensaje escrito pensando en destinatarios específicos lo cual exige leerlo teniendo en cuenta las claves y la cultura de los destinatarios de esa época que en el caso de Marcos es una comunidad cristiana que vive en Roma. El autor del evangelio es discípulo o interprete de Pedro, elemento que es testimoniado por muchas fuentes. Como dijimos en el párrafo anterior la tradición vincula a Marcos, autor del evangelio, a una comunidad en Roma, elemento destacado en cuanto existen palabras latinas sin traducir como denario, cuadrante, censo o legión. La comunidad del evangelio es una abierta al mundo pagano y que vive en un contexto no judío. 

 

Para Horacio Lona (2009) este evangelio se divide en dos partes: la comprendida entre Mc 1,1-8,26 y la ubicada desde Mc 8,27 hasta el final del evangelio. A su vez estas dos partes se dividen en los siguientes momentos: a) Capítulos 1 al 9: Ministerio de Jesús en Galilea, con algunas incursiones en Fenicia y Siria; b) Capítulo 10: Se narra el comienzo del gran viaje desde Galilea (norte del país) a Jerusalén (hacia el sur del país); c) Capítulos 11 al 16: Se describe la entrada a Jerusalén, los conflictos que Jesús tiene en la ciudad y que culminan en su pasión, su muerte y resurrección. El evangelio además deja consignado que Galilea es el lugar del reencuentro de los discípulos con Jesús. Galilea es el lugar del comienzo de la misión, el lugar del “primer amor” y es ahí donde los discípulos deben volver para revitalizar la misión con la fuerza de la resurrección. Además, es fundamental indicar cómo el evangelio de Marcos tiene un texto bisagra que funciona, literalmente, como división entre las dos secciones indicadas por Lona. Una bisagra es “un punto de unión o articulación de dos elementos, o elemento que actúa de intermediario entre otros” (RAE). Y, en el caso de Marcos, este “punto de articulación” es una pregunta. Hay toda una carga pedagógica, teológica y eclesial en la pregunta que Jesús formula a la comunidad de discípulos cuando “van de camino”. El texto se encuentra en el capítulo 8, es decir, a la mitad del relato. Lo que se enuncia en el primer versículo del Evangelio, a saber, que Jesucristo es el Hijo de Dios (Mc 1,1) va desplegándose o descubriéndose progresivamente hasta la manifestación de la cruz, confesión de fe puesta por el evangelista en boca del centurión romano (Mc 15,39). Marcos, con ello, es una revelación progresiva de la identidad de Jesús, Hijo de Dios (Mc 1,1; 1,11; 3,11; 5,7; 9,7; 13,32; 15;39).

 

Si la intención del relato de Marcos es que el lector y la comunidad vayan descubriendo progresivamente quién es Jesús (Mc 1,1), desde el versículo uno, pasando por el texto bisagra para desembocar en la cruz, surge en nosotros la siguiente pregunta: ¿por qué constantemente Jesús hace callar a sus interlocutores cuando ellos manifiestan que Él es el Hijo de Dios? ¿Qué significa esta contradicción? ¿Por qué este interés de Jesús en que todos callen y no digan quién es Él realmente? (Mc 3,7-12; Mc 5,38-43; Mc 8,27-31). El profesor Sergio Armstrong (2008) sostiene: “todo indica que se trata de un artificio literario que está orientado precisamente al objetivo del evangelio: dar a conocer la verdadera identidad de Jesús. Sin embargo, esa identidad se revela progresivamente”. Con la mención del “artificio” se busca rechazar cierto tipo de mesianismo triunfalista y “a la carta”. Jesús no es un Mesías moldeable a ciertos intereses mezquinos o egoísta. Jesús es el Mesías que se revela en la Cruz. Es, por tanto, el “Dios crucificado” al decir del teólogo protestante Jürgen Moltmann. En palabras de Horacio Lona (2009): “el conocimiento de Jesús comienza cuando se acepta el camino del fracaso y del sufrimiento que él mismo anuncia”. Jesús no es una carta de intercambio sujeta a nuestro interés, sino que rompe todo lo que egoístamente podemos concebir. Esa, en definitiva, es la lógica de Dios. 

 

  1. EL DISCIPULADO EN MARCOS

 

El profesor Sergio Armstrong (2008) indica que junto con la revelación progresiva de la identidad de Jesús como Hijo de Dios y Mesías se une la revelación progresiva de quiénes son los discípulos. En sus palabras “la comprensión de la Iglesia que tiene Marcos se concentra en el tema del discipulado. En efecto, para él la comunidad de los discípulos es el modelo (moralmente positivo, pero a veces negativo) de la Iglesia de todos los tiempos” (Armstrong 2008)

 

El discipulado en Marcos está articulado en las siguientes etapas: en primer lugar, el entusiasmo al inicio del camino con Jesús (Mc1,16-6,13). El entusiasmo del inicio está marcado con el llamado de los discípulos en la orilla del lago de Galilea (1,16) y termina con el envío a la misión (6,3). El segundo momento del camino discipular es un momento de crisis inicial, el cual está marcado por el mostrar la persona de Jesús y su misterio. En los discípulos surge la pregunta por no entender su mensaje y acción (Mc 1,37-8,21). Comienza a surgir la divergencia y la crisis a la vez que comienza a marcarse la tensión entre Jesús y los discípulos la cual comienza a aparecer durante la fase del entusiasmo, desde la primera divergencia (1,37) hasta casi llegar a la ruptura entre ellos (8,21). En esta etapa de crisis también aparece la tensión causada por la luz oscura de la Cruz la cual es destrabada por la instrucción de Jesús (Mc 8,22-13,37), la cual contempla casi seis capítulos de 8,14 a 13,37. Es una instrucción variada y articulada tanto en palabras (8,14 a 10,52) como a través de acciones (11,1 a 12,44) y por medio de un discurso (13,1-37). Finalmente aparece la tensión entre el fracaso final y el llamado a recomenzar todo de nuevo (Mc 14,1-16,8). El fracaso final acontece durante la pasión y muerte de Jesús y con la resurrección se presenta la llamada a un nuevo comienzo marcado por la misión (14,1 a 16,8).

 

Aquí surge en nosotros la centralidad de comprender cómo el camino discipular no es un itinerario lineal, sino que tiene de altos y bajos, de tensiones y momentos de esperanza, de cruz y resurrección. El discipulado cristiano es progresivo, desde la llamada hasta la confirmación de esa llamada realizada por Jesús. Los discípulos de Jesús tuvieron que enfrentarse a sus propias dudas, a sus propias sombras. Esto pienso es fundamental para nuestros tiempos de crisis eclesial a la vez que nos habla cómo es la palabra de Jesús y la fuerza del Espíritu los elementos que animan y continúan sosteniendo a la barca de la Iglesia en su recorrido y navegación. 

 

  1. LA RESURRECCIÓN DE JESÚS EN EL EVANGELIO DE MARCOS

 

Quisiera ofrecer una última palabra en torno al Evangelio de Marcos recuperando lo que el relato nos dice sobre la Resurrección de Jesús. En el Evangelio de Marcos tenemos dos finales: Mc 16,1-8; Mc 16,9-20. Los autores sostienen que el final más antiguo es el primero y que el segundo sería un añadido posterior para finalizar el evangelio de modo más “armónico”, ya que el primer final termina abruptamente diciendo que las mujeres, una vez escuchado el anuncio del ángel, salieron de la tumba y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo. Ahí termina el primer final. 

 

Junto con ello un tema es profundamente sugerente en los relatos de la resurrección. Todo el relato está dominado por referencias a levantarse o a ponerse de pie. El porqué de esta cuestión literaria o narrativa tiene que ver con que la palabra griega usada para hablar de la Resurrección de Jesús es “Anástasis”, la cual significa, literalmente “ponerse de pie” o “levantarse después de haber dormido”. Lo que acontece en la Resurrección de Jesús tiene que ver con la irrupción de la fuerza de la gracia de Dios en la muerte de una víctima. Jesús, históricamente, es un ajusticiado político. La cruz, en sí misma, es instrumento de tortura y de asesinato. Pero es ahí, en medio de la crisis, en donde la fuerza de Dios hace que la novedad de la vida vuelva a brotar. La Resurrección de Jesús es la gran respuesta al dolor y a la muerte que Dios Padre da al mundo, y a la vez, la vida nueva del Resucitado es la confirmación de la vida total de Jesús. 


 

PARA CONTINUAR LA LECTURA

 

  • César Mora Paz, ¿Para qué la Biblia? La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia (Comisión Episcopal de Pastoral Bíblica, México 1994).

  • Armando Levoratti, Lectura política de la Biblia (Ediciones Paulinas, Buenos Aires 1981)

  • La Casa de la Biblia, El auténtico rostro de Jesús: Guía para una lectura comunitaria del Evangelio de Marcos (Verbo Divino, Navarra 1996). 

  • César Carbullanca, ¿Cómo se interpreta un texto bíblico hoy? Hermenéutica y lingüística del texto (Gutenberg, Talca 2011). 

  • Xabier Pikaza, Para descubrir el camino del Padre: nueve itinerarios para el encuentro con Dios (Editorial Verbo Divino, Navarra 1999).

  • Horacio Lona, Jesús, según el anuncio de los cuatro evangelios (Editorial Claretiana, Buenos Aires 2009).

 

TRABAJO BÍBLICO DESDE EL MÉTODO PRAGMÁTICO

 

Instrucciones: leer el texto bíblico que se presenta a continuación (Mc 16,1-8, La resurrección de Jesús) y realizar los ejercicios propuestos al final. 

 

1. Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé, compraron aromas para embalsamar el cuerpo. 2.Y muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas salido el sol. Se decían unas a otras: 3. «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?» 4. Pero cuando miraron, vieron que la piedra había sido retirada a un lado, a pesar de ser una piedra muy grande. 5. Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron.6. Pero él les dijo: «No se asusten. Si ustedes buscan a Jesús Nazareno, el crucificado, no está aquí, ha resucitado; pero éste es el lugar donde lo pusieron. 7. Ahora vayan a decir a los discípulos, y en especial a Pedro, que él se les adelanta camino de Galilea. Allí lo verán tal como él les dijo.» 8. Las mujeres salieron corriendo del sepulcro. Estaban asustadas y asombradas, y no dijeron nada a nadie por el miedo que tenían. (Mc 16,1-8)

 

Actividades:

 

a. Reconozca en el texto repeticiones o ideas afines.

b. Reconozca en el texto oposiciones y responda: ¿qué oposiciones encontró? ¿por qué se darían estas oposiciones? ¿qué quieren significar estas oposiciones?

c. Análisis pragmático: ¿cómo se puede interpretar el texto a partir de los recursos encontrados anteriormente? ¿qué ideas previas tenía sobre el texto? ¿qué ideas nuevas han surgido? ¿qué elementos silenciosos están dentro del texto y que no son visible a simple vista? ¿cómo el texto ilumina mi vida y mi relación con Jesús?

 

Se invita a participar de un “ZOOM DE PROFUNDIZACIÓN” el día sábado 26 de agosto entre 10:30 y 12:00 horas. Para inscribirse y recibir más información del taller y de su aporte solidario escribir a: teologiaenredes@gmail.com