Los efectos de la pandemia han quedado atrás para el santuario y parroquia Santa Rosa de Lima de Pelequén y sus puertas se han abierto para retomar con fuerzas las actividades pastorales y servir a la comunidad. Su párroco y rector del Santuario de Pelequén, padre Juan Carlos Farías, explica que “la parroquia y el Santuario no se pueden separar, son una unidad y la comunidad ha empezado a comprenderlo, integrándose a las diferentes acciones pastorales que se realizan”.

Entre éstas el padre destaca que debido a la pandemia se potenciaron otros medios de comunicación con la comunidad, tales como la radio Santa Rosa de Pelequén para la transmisión de la misa, la cual además se emite por Facebook, también se creó una página web de la parroquia y del Santuario. “Estos medios han sido bien recibidos por la comunidad y seguimos potenciándolos para entregar la misa e informaciones pastorales y de la comunidad. Estos medios nos han apoyado en el contacto con la gente”, asegura porque “nos permiten llegar a más personas y a los sectores más alejados”.

YA VOLVIERON PRESENCIAL

Por otra parte, se retomaron las actividades presenciales, donde el padre Juan Carlos destaca la atención a las diez comunidades rurales que tiene la parroquia, la participación en la sede parroquial de grupos de diferentes carismas, tales como el Movimiento Carismático y de Matrimonios Nazareno. Además, del funcionamiento de la Pastoral Juvenil, del que actualmente varios de sus miembros, incluido el padre Juan Carlos Farías, se encuentran en Lisboa participando de la Jornada Mundial de la Juventud.

Por otra parte, el padre destaca la Ayuda Fraterna, la cual se ha potenciado para poder entregar ayudas durante todo el año a quienes lo necesitan: “Hemos pedido a los peregrinos que cuando vengan al Santuario, cambien las velas y flores por alimentos no perecibles, eso nos permite tener una despensa para apoyar las necesidades de las personas todo el año”.

También se realizan todas las catequesis y se está trabajando con un grupo de acólitos, que ya está funcionando más o menos establemente en la parroquia. Ellos se unen a los agentes pastorales, los catequistas y los ministros extraordinarios de la comunión para dar vida a la pastoral.

El padre destaca además el equipo de servicio, que está formado por aproximadamente 22 personas de forma permanente, que sirve en la parroquia y que puede llegar hasta 80 personas de diferentes partes que apoyan al Santuario.

Otro aspecto fundamental para el padre Juan Carlos Farías es la formación de los agentes pastorales. El padre Juan Carlos Farías cuenta que en la parroquia se realizan constantes reuniones de formación, se participa en los encuentros decanales y diocesanos de formación. Sin embargo, dice, “sería ideal que estas instancias formativas se pudieran incrementar”.

PUERTAS ABIERTAS A LA COMUNIDAD

El padre Juan Carlos Farías explica que la parroquia cuenta con una infraestructura que le permite acoger a muchas personas, como es en la fiesta de Santa Rosa de Lima y que, por lo mismo, han abierto sus puertas para acoger a diferentes grupos de la comunidad para desarrollar sus actividades.

Por ejemplo, los Cuasimodistas de Chile, que cada año llegan desde distintos puntos del país masivamente hasta Pelequén para participar en una peregrinación. “Nuestro Santuario es su centro de peregrinación”, afirma contento. 

Además, señala que “aquí prestamos la infraestructura sin costo alguno a las instituciones para que realicen algunas reuniones, también a grupos de folclor, danza y un taller de yoga”. Por otra parte, cada domingo después de la misa de 9 y 11 horas, afuera del templo permiten que se instalen los artesanos locales para ofrecer sus productos y, en algunas oportunidades, también hay música en vivo o música envasada. “Nos interesa que la gente se integre a la parroquia y participe”.

Por ello, también ya se encuentran programadas varias actividades para los meses venideros, además de la Fiesta de Santa Rosa de Pelequén en agosto, entre ellas se encuentra la Fiesta Regional del Cuequero, organizada por la Seremi de Cultura; un retiro espiritual para matrimonios Nazarenos programada para septiembre; y en verano las misiones, entre otras.

Por otra parte, el padre señala que se está trabajando en un proyecto para mejorar la infraestructura que resultó destruida por el incendio de la casa parroquial y reacondicionar para prestar mejores servicios a los visitantes del Santuario y ofrecer mejores dependencias a la comunidad. “Lo que queremos es servir, por eso lo poco que tenemos lo ofrecemos”.