Jóvenes de la diócesis ya están en Lisboa “Queremos volver con el corazón lleno y compartir esta experiencia”

Viernes 28 de Julio del 2023
- El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, presidió la misa de envío de los peregrinos que participan en la XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud.

Veintitrés personas de diferentes parroquias de la nuestra Diócesis de Rancagua ya se encuentran en Portugal, Lisboa, para participar en la XXXVIII edición de la Jornada Mundial de la Juventud, que se desarrollará entre el 1 al 6 de agosto, siendo una oportunidad para que jóvenes de todo el mundo se encuentren con el Papa.

La delegación de nuestra diócesis está formada por: 8 jóvenes de la Pastoral Juvenil de la parroquia de Lo Miranda; 9 jóvenes del Liceo San José de Murialdo, de Requínoa; 1 motivadora juvenil de Peralillo; 3 jóvenes del equipo diocesano de la Pastoral Juvenil; y Rodrigo Soto, como colaborador de prensa y cantante de la JMJ.

El pasado sábado 22 de julio, el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, realizó una Eucaristía de envío de los peregrinos. Ésta se realizó, en el templo del Santuario de Santa Rosa de Pelequén, cuyo rector y párroco, el padre Juan Carlos Farías, también forma parte de los peregrinos.

Ésta es una fiesta de la juventud, una expresión de la Iglesia universal y un fuerte momento de evangelización del mundo juvenil, durante la cual los participantes provenientes de todo el mundo vivirán momentos de oración, comunión y esparcimiento, entre los que destacan las celebraciones que cuentan con la presencia del Santo Padre Francisco, como la ceremonia de acogida y apertura, el Vía Crucis, la vigilia y, el último día, la misa de envío.

 

TESTIMONIOS

Emilio Riquelme, Pastoral Juvenil parroquia de Requínoa:

“Me emociona mucho la idea de vivir esta experiencia, de estar en esta jornada llena de jóvenes de todo el mundo y me motiva sobre todo el compartir con tantos jóvenes. Participo en la Iglesia desde que hice mi confirmación a los 14 años, me preparé durante un año, y luego de recibir el sacramento seguí participando en la Pastoral Juvenil Vocacional Murialdina en mi parroquia hasta el día hoy, con la edad de 18 años. También participo como coordinador de un grupo pastoral juvenil. Espero poder ser un testimonio vivo de Cristo, poder llevar la riqueza de esta experiencia y compartirla con los demás jóvenes que, lamentablemente, no pudieron ir. Previo a nuestro viaje participamos en un encuentro preparativo, organizado por la Vicaría de la Esperanza Joven, en el cual trabajamos reflexionando de lo que nos queríamos traer del viaje y de esta experiencia”.

 

Cristopher Moraga, Pastoral Juvenil parroquia Lo Miranda:

“Participo en la Iglesia desde los 9 años: primero a través de colegio Los Cipreses y luego en la parroquia Asunción de María de Lo Miranda, desde hace quince años, aproximadamente, donde actualmente soy el coordinador de la Pastoral Juvenil de la parroquia, junto a Mauricio Méndez y encargado de los acólitos, catequista y ministro extraordinario de la comunión”.

“Ésta es la cuarta Jornada Mundial de la Juventud en la que participo; estuve en la de Río de Janeiro, Polonia y Panamá”, dice. Cristopher confiesa que “en la primera jornada, la verdad es que no sabía muy bien a qué iba, sabía que era un encuentro de jóvenes, y lo que me encontré allá fue una experiencia maravillosa de fe en Cristo y darme cuenta de que donde quiera que uno vaya la Iglesia católica es una sola. En Polonia, por ejemplo, uno podía seguir la misa sin problemas y el encuentro con los jóvenes realmente deja huella en el corazón”.

Cristopher contó que para asistir a la JMJ estaban preparados, porque “la Pastoral Juvenil de Lo Miranda se reúne todos los sábados y en esas jornadas desarrollamos diferentes encuentros formativos en lo espiritual y litúrgico, entre otras áreas, que se tratan de abordar de forma entretenida a través de retiros, campamentos y otras instancias de compartir. Es una formación permanente”.

Por otra parte, explicó que para financiar el viaje a Portugal se realizaron algunas actividades que les permitieran reunir fondos, como tardes deportivas, venta de almuerzos, pero también con “dineros propios de cada uno, porque es más costoso y la pandemia no permitió reunir muchos fondos, como en las anteriores Jornadas”.

En relación con sus expectativas, señaló: “espero volver con el corazón lleno, estas jornadas son un compartir, es como si todos nos conociéramos, todos vivimos en Cristo, somos todos hermanos, todos se ayudan, por eso si todos pudiéramos vivir como se vive en estas jornadas de la juventud, sería muy lindo”.