Obispo de Rancagua, en dedicación del templo de Codegua “Que las puertas se abran y permanezcan abiertas”

Viernes 30 de Junio del 2023
- Pese a la lluvia y el frío, la comunidad participó emocionada del rito de bendición y consagración de la iglesia Nuestra Señora de La Merced.

La comunidad de Codegua celebró con emoción y alegría la bendición de su templo, que estuvo desde el terremoto de 2010 sin posibilidad de ser usado por los graves daños en su infraestructura.

Todos los desvelos y tristezas llegaron a su fin este 26 de junio cuando el obispo diocesano, Mons. Guillermo Vera, bendijo el nuevo edificio, reconstruido con aportes del Estado.

La ceremonia contó con la presencia de autoridades comunales, sacerdotes y diáconos, además de fieles, que quisieron estar presentes en esta misa de bendición.

Así, la Parroquia Nuestra Señora de La Merced de Codegua que es un Monumento Histórico de gran valor arquitectónico y patrimonial, volvió a recibir a sus feligreses.

 

LA CEREMONIA

Tras la interpretación del himno nacional por parte de la orquesta Codegua Music Banda, dirigida por Ángel Gutiérrez, una representante de la comunidad de Codegua y de la parroquia, Gladys González señaló, con emoción: “Llegó el día, después de 13 años, hemos podido volver a encontrarnos en nuestro templo, agradecer a Dios que nos ha permitido participar en este tan anhelado día, a las autoridades nacionales, regionales y comunales, que se esforzaron en sacar adelante esta monumental obra. Ésta es la casa de Dios y quiero contarles que nuestro propósito es propagar la fe, acoger a quienes quieren ser escuchados y encontrarse con el padre creador, ver y seguir a Jesús”, aseveró; y agregó que “aquí desde hace más de 200 años se escucha la palabra de Dios y nuestro compromiso como agentes pastorales es recibir a la comunidad, y que las puertas que hoy se abren permanezcan abiertas”.

Posteriormente, fue el arquitecto Orlando Faúndez el encargado de entregar las llaves al obispo diocesano, monseñor Guillermo Vera Soto, quien a su vez se las entregó al párroco de Codegua, padre Héctor Durán.

Antes de ello, el arquitecto enfatizó que “es un honor haber participado en esta obra, para un arquitecto recibir el encargo de reconstruir una iglesia es soñado, requiere de mucho esfuerzo, de muchos detalles, porque se debe lograr un espacio donde la comunidad se sienta cerca de Dios, donde se respete la historia y que también sea seguro”, dijo.

El arquitecto recalcó que en esa búsqueda se generó el primer adobe de resistencia sísmica, “entonces no sólo recuperamos la versión más autentica de la iglesia, sino que además generamos una identidad para ella y nos sentimos muy honrados. Hoy nos retiramos del lugar donde estuvimos durante dos años”, señaló haciendo la entrega de las llaves.

Al mismo tiempo, el pastor diocesano se las entregó al párroco de Codegua, padre Héctor Durán, diciéndole: “padre Héctor las llaves de la puerta de la iglesia, que sea una iglesia abierta donde la comunidad pueda rezar y encontrarse cara a cara con Dios”.  En ese momento, el padre Héctor se dirigió la puerta para abrir de forma simbólica el templo.

 

“Un día de fiesta”

Poco a poco fueron ingresando las autoridades comunales y regionales, los fieles, los sacerdotes y diáconos, que acompañaron en la ceremonia.

En su homilía, el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, señaló: “Día grande, día de fiesta el que estamos viviendo. Hoy, vivenciamos en Codegua, como hijos e hijas de esta tierra que, por tanto tiempo no pudieron reunirse en este lugar, donde sus antepasados y ustedes mismos se reunieron, hoy se pueden reencontrar, hoy se han reabierto las puertas de esta iglesia para que el pueblo de Dios entre y se congregue y escuche la Palabra de Dios, para que le de esperanza, les muestre caminos y les enseñe a vivir”.

Agregó que “tenemos motivos para estar contentos y agradecidos, para levantar este templo se aunaron muchos esfuerzos y voluntades, ha sido tiempo largo de esfuerzo y sacrificio. Hoy vemos esta obra terminada, agradecemos a todos los que lo han hecho posible, a las autoridades, al Estado de Chile que a través del Gobierno Regional y los consejeros regionales han aportado para tener esta casa que es de todos; esfuerzo de las autoridades, esfuerzo y perseverancia de toda la comunidad cristiana, de la empresa constructora y sus trabajadores para que la comunidad cristiana de Codegua pudiera tener su templo”. “

Recalcó que “hoy -lunes 26 de junio- a pesar de la lluvia y el frío estamos participando de esta celebración.  Este templo que hermosamente se ha levantado tiene que ser un signo para la vida, que marque el día y la fe de cada uno de ustedes, para seguir construyendo una iglesia viva”.

Finalmente, llamó a la comunidad a “cuidar este lugar de oración; a tener más catequistas, más misiones, más atención a los enfermos, que sea una iglesia y parroquia viva, donde se viva la fe y se escuche la palabra de Dios. Dios quiere que estén contentos, muchos tenían lágrimas de alegría, hoy hagamos fiesta, estemos contentos, compartamos. El Señor quiere que ustedes sean fuertes, que tengan una fe comprometida, alegrémonos porque tienen nuevamente su iglesia, que esta casa de Dios sea una casa abierta, porque todos necesitamos encontrarnos con el Señor. Hoy celebramos Eucaristía…”

Tras sus palabras se iniciaron los ritos de bendición y dedicación del templo, cumpliendo así este sueño tan anhelado por la comunidad.