Aportando a la Reactivación Educativa

Martes 02 de Mayo del 2023
• Pedro Díaz Cuevas, presidente nacional de FIDE y miembro del Consejo Asesor para la Reactivación Educativa, cuenta sobre el trabajo que se está realizando en el área de la educación después de la pandemia.

El impacto que tuvo la pandemia en la educación fue muy fuerte, por lo que distintas entidades están trabajando para la recuperación del proceso educativo. Por ello se creó el Consejo Asesor Presidencial para la reactivación educativa, entidad a la que fue convocado Pedro Díaz Cuevas, presidente nacional de FIDE. Conversamos con él para conocer más sobre el diagnóstico realizado y las líneas de trabajo. • -

-¿Cuál es la función del Consejo Asesor Presidencial para la reactivación educativa?

Este Consejo surge con el propósito de presentar recomendaciones al MINEDUC, para orientar y enriquecer el Plan de Reactivación Educativa, con una mirada de corto, mediano y largo plazo, generando diagnósticos y sugerencias de gestión de prioridades y políticas. Para estos efectos, se convocó a un grupo de más de 20 personas representativas de diferentes ámbitos y sensibilidades del país: líderes educativos Cabe destacar el significativo nivel de transversalidad de dicho Consejo. FIDE, fue convocada como un actor histórico y principal gremio de la educación particular, además, hasta ahora representantes de la educación católica. Entre quienes participaron, nos encontramos con: el rector de la Pontificia Universidad Católica y la rectora de la Universidad de Chile; ex candidatos presidenciales; parlamentarios, representantes oficiales de Unesco y Unicef, entre otros. • Sin duda la pandemia ha afectado a los estudiantes.

-¿Cuál es el diagnóstico que se ha hecho en relación con la crisis educativa que vive el país? Una de las primeras acciones fue definir tres ámbitos en los cuales había que actuar para lograr lo propuesto: 1º convivencia y salud mental; 2º fortalecimiento del aprendizaje; y 3º asistencia y revinculación.

Lo anterior, ante la convicción de las situaciones de mayor impacto en la crisis son:

• La pérdida de aprendizajes. Se estima que el “rezago académico” podría alcanzar los dos años, por lo que hoy tenemos niños y niñas que en cuarto básico no saben leer ni escribir. Por supuesto, en los niveles superiores esto se agudiza, llegando incluso a la educación superior.

• Agravamiento de la brecha de desigualdad. Sin duda, aquellos colegios donde van los estudiantes más vulnerados del país son los que tuvieron las mayores dificultades para desarrollar aprendizajes durante la pandemia. Falta de conectividad, computadores y otros recursos para el aprendizaje virtual, causaron estragos en estos sectores y no así en los sectores económicamente más acomodados.

• Problemas de salud mental. Los estudiantes, sus familias, los educadores y los directivos han experimentado altos niveles de estrés en estos años, lo que se ha visto reflejado en deserción y ausentismo escolar y licencias médicas de los y las docentes. Se estima que más de 50.000 estudiantes, no volvieron a clases después de la pandemia, lo que implica un 12,9% menos respecto del año 2019. Con relación a la inasistencia grave, el índice aumenta en un 10% en el mismo periodo.

 

- Estamos viviendo un tiempo de mucha violencia en distintos ámbitos ¿se ve reflejada esta violencia en la conducta de los estudiantes?
Los educadores sabemos que la vida al interior de un colegio es reflejo de lo que vive la sociedad, somos caja de resonancia. Por lo anterior, la violencia se está instalando en nuestros colegios. Como Federación hemos relevado estos temas en los medios de comunicación, invitando a no naturalizar situaciones gravísimas, como, por ejemplo, suspender clases por un funeral narco. También hemos llamado a nuestras comunidades educativas a enseñar y recuperar el respeto por nuestras policías e instituciones de la República.

Por estos días, estamos preparando un proyecto de ley que permita a las institucione educativas recuperar el respeto a los profesores y, además, implementar medidas de resguardo, tales como los pórticos de detección de metales, entre algunas soluciones prácticas. •

 

- ¿Cuál es el rol de la familia en cuanto al apoyo a los estudiantes? Nosotros seguimos creyendo y no renunciaremos a defender siempre que la familia es la primera responsable de la educación de sus hijos. Tanto para elegir el tipo de colegios, como para transmitir valores coherentes con nuestros proyectos educativos evangelizadores.
 

-  En el ámbito de la convivencia ¿Qué factores protectores tiene los colegios católicos? Es sabido que las familias prefieren ampliamente los colegios católicos al momento de elegir la educación para sus hijos e hijas. De hecho, durante la pandemia, fueron innumerables las iniciativas que se tomaron para ofrecer alternativas de aprendizajes a sus estudiantes. Personalmente, creo que las principales razones por las cuales las familias prefieren nuestra educación están en los siguientes factores:

• Enfoque holístico del proceso educativo. El desarrollo integral es un sello, donde el ámbito espiritual juega un rol muy importante hoy y siempre.

• Formación valórica. Todo Proyecto Educativo Evangelizador tiene declarado una base valórica que lleva a sus estudiantes a desarrollar un fuerte sentido de la responsabilidad y a tomar decisiones de forma más informada.

• Sentido de Comunidad Escolar. Este factor es muy relevante, no solo se va a aprender materias académicas. El sentido de pertenencia ayuda a fortalecer el respeto y la contención de los estudiantes.

• Compromiso con la justicia social. Junto a lo anterior, nuestros colegios promueven la preocupación y la solidaridad con los demás, especialmente los más necesitados. Su esencia valórica es inclusiva.

• Calidad Académica. Gracias a lo anterior y a un fuerte sentido del “trabajo bien hecho”, nuestros colegios se han destacado siempre por tener buenos resultados académicos, fruto de los aprendizajes significativos de sus estudiantes.

Con todo, nuestra participación en el Consejo Asesor para la reactivación educativa responde a nuestro compromiso con los niños, niñas y adolescentes del país y porque el Evangelio nos llama a estar insertos en todos aquellos temas donde podamos aportar al bienestar de las personas y de las comunidades educativas. Es una realidad de nuestros 75 años de historia.