Editorial

Lunes 03 de Abril del 2023
Guillermo Vera Soto, Obispo de Rancagua, entrega un mensaje sobre inicio de Semana Santa.

Queridos amigos y amigas:

Han llegado los días que con razón llamamos Santos, ya que en ellos vamos a recordar con asombro y emoción el amor de Dios, que se ha hecho patente en la entrega generosa que Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, hizo de su vida por nosotros y por nuestra salvación en el altar de la cruz. Jesús ya lo había dicho: “no hay amor más grande que dar la vida por quienes se ama”, hoy cuando tan fácilmente hablamos del amor, nos hace muy bien mirar a Jesús y darnos cuenta de que el amor verdadero es entrega, perseverancia, constancia y no está exento del dolor y la contradicción.

En estos días de Semana Santa, los que creemos participamos de hermosas y significativas liturgias que, con cariño y dedicación, se preparan en todas las parroquias y comunidades. Conviene que tengamos en cuenta que estos días no sólo hemos de contemplar los acontecimientos que celebramos como hechos históricos importantes, sucedidos hace ya mucho tiempo; no, durante esta semana hemos de vivir con toda su fuerza estos acontecimientos que son salvadores y que en el hoy de nuestras vidas se hacen presente para nosotros.

Por esto, les invito a que vivamos estos días no con un sentimentalismo vago, sino con asombro, sí, con asombro; miremos a Jesús y descubramos el amor de Dios por nosotros, aprendamos como Él a entregarnos por el bien de los demás, aprendamos a derrotar el mal con el bien, a perdonar, a no desesperarnos en medio del dolor y las dificultades, sino a saber confiar en Dios, a saber preocuparnos de los demás y a saber consolar a quienes necesitan de nuestra cercanía, a no desconfiar de que Dios el Padre vela por sus hijos.

Hay veces que no logramos entender los planes de Dios para con nosotros, en realidad más que entender las cosas de Dios es mejor crecer en una confianza ilimitada en él. Que estos días los vivamos como una oportunidad de trabajar a fondo nuestra fe, que al terminar estas fiestas con la solemnidad de la Pascua de Resurrección podamos volver a nuestras tareas normales con más esperanza y deseosos de continuar la obra del Señor. Que como Él procuremos ser servidores, que como Él sepamos llevar la cruz de cada día, que como Él sepamos no pasar de largo ante el dolor de los demás, que como Jesús y con Jesús sepamos llevar vida a todos aquellos con quienes nos encontremos, que como Jesús aportemos a vivir más en comunión unos con otros, lo necesitamos tanto en nuestra patria. Sea la Semana Santa un tiempo de reflexión, de oración, de volver a Dios y de llenarnos de espiritualidad para continuar cada uno con sus tareas y que estas podamos vivirlas en cristiano. Participe en su Parroquia de los Oficios Religiosos, infórmese de los horarios de Retiros y Confesiones. Estos días son un momento de gracia que no hemos de desperdiciar. Que al terminar estas fiestas con la solemnidad de la Pascua de Resurrección podamos volver a nuestras tareas normales con más esperanza y deseosos de continuar la obra del Señor.

Como obispo agradezco y animo la labor apostólica que tantos hermanos y hermanas junto a sacerdotes, diáconos y religiosas han retomado en cada una de sus comunidades, les animo a continuar el trabajo en espíritu sinodal, sintiéndonos todos responsables de la marcha de la Iglesia, trabajando en comunión, no aisladamente, y así aportando cada uno sus talentos, procuremos que nuestra Iglesia en esta Diócesis de Rancagua, sea cada vez más, acogedora fraterna, misionera , orante, comprometida con la transformación del mundo.

Les bendigo con cariño

+Guillermo Vera Soto

Obispo de Rancagua