Cumplirá 97 años el 26 de abril y el 21 de marzo celebró sus 70 años como sacerdote, acompañado por toda la comunidad. Es el padre Dante Fontana, de la Congregación San José fundada por San Leonardo Murialdo, que en la diócesis tienen presencia en Requínoa.

Con un caminar lento, propio de su edad, nos recibe en su casa con amabilidad y no tiene problema para recordar a su familia y su vida como sacerdote, contándonos algunas historias y su sentir.
 

El padre Dante nació en Turín, Italia, “donde nació Murialdo, el fundador de la congregación”, dice. Sus padres tuvieron cuatro hijos, y tres de ellos se consagraron al Señor: Dos como josefinos y uno como religioso en la Congregación de la Sagrada Familia. Ante la alegría de su madre, que quería que al menos uno de sus hijos fuera sacerdote, celebró su primera misa en Italia en 1953. Luego de ordenarse, el superior de la congregación lo destinó a América.

Cuenta que en una primera instancia habían propuesto que su hermano viniera, pero su salud no era compatible con las exigencias de la misión, por lo que él habló con el superior que entendió el punto y, luego, se lo pidió a él. “Así que partí yo para América y aquí estoy”, indica con una sonrisa. De igual modo, recuerda que cuando llegó, el 21 de julio de 1959, le costó adecuarse, pero poco a poco lo logró.

Siguiendo el carisma de su congregación se ha dedicado a la formación de los jóvenes, siendo profesor de educación física y de lenguas, de hecho, habla italiano, español, latín, griego y francés; además ha sido párroco y responsable de la comunidad, durante muchos años.

Hoy vive junto a los otros sacerdotes de la comunidad de los josefinos en Requínoa y celebra misa en privado a diario. Consultado sobre cómo se siente al haber respondido al llamado de Dios no duda en decir: “estoy haciendo la voluntad del Señor y eso es maravilloso”. Además, se siente muy seguro con el camino que tomó al consagrarse. De hecho, en un papel que tiene en su oficina escribió “sacerdote para siempre”, no hay vuelta atrás, enfatiza.

Nueva monja benedictina

En el monasterio de la Asunción de las Monjas Benedictinas de Rengo se realizó -el sábado 25 de Marzo, en el día de la Solemnidad de la Anunciación del Señor- la Profesión Solemne de la Hermana Clara Becerra Muñoz. En la oportunidad, en una eucarística presidida por el obispo de Rancagua, Monseñor Guillermo Vera, realizó la Profesión Monástica de Votos Solemnes, según la regla de San Benito, y recibió la Consagración de Vírgenes.

En la misa estuvieron presentes sus familiares, sacerdotes de la diócesis y religiosas del monasterio, que con júbilo participaron de la ceremonia.