Una invitación a vivir con alegría y esperanza este nuevo año de trabajo se realizó en las tres jornadas de Inicio de Año Pastoral que se efectuaron entre el 28 y el 30 de marzo. A la primera, que se realizó el 28 de marzo, llegaron cerca de 150 asistentes de los decanatos de Purísima y Santa Cruz de Triana, hasta el Instituto Sagrado Corazón de Rancagua. Entre ellos se encontraban los párrocos de todas las parroquias de esos dos decanatos, junto a sus agentes pastorales.
A la segundo, efectuada en el Santuario de Santa Rosa, el 29 de marzo, llegaron cerca de 300 personas de los decanatos de Santa Rosa y Santos Apóstoles. La acogida se efectuó en los jardines de la entrada al templo, y luego se pasó al interior de la iglesia. En tanto que el 30 de marzo, aproximadamente 150 laicos y consagrados de Cardenal Caro y San Fernando -Chimbarongo se dieron cita en el Colegio IRFE de Santa Cruz.
En cada una de las jornadas, presidió la reunión el Obispo Diocesano, monseñor Guillermo Vera Soto, quien dio a conocer los énfasis pastorales de este año 2023-2024. El obispo de Rancagua señaló que se quiso hacer estas reuniones por decanatos, porque son una oportunidad para conocer a quienes forman parte de las parroquias vecinas y trabajar más en comunión.
La idea es que “se conozcan todos los sacerdotes y sus agentes pastorales para trabajar más en equipo, poner metas comunes, aunar fuerzas y aprovechar todos los talentos que el Señor nos regala en las distintas comunidades”, expresó. Por su parte, el padre Juvenal Galaz, vicario pastoral de la diócesis, indicó que en las reuniones “queremos seguir viviendo la sinodalidad a la que nos ha invitado el Papa Francisco; no nos desapegamos de esa principal motivación y juntos queremos enfrentar algunos desafíos, que son también la cosecha de lo que ha sido la participación de las personas de la diócesis en este mismo proceso sinodal. Esas inquietudes que nos han manifestado en este proceso las hemos convertido en nuestras prioridades pastorales para este año”.
El mismo padre Juvenal Galaz fue el moderador de cada encuentro, que comenzó con el recordatorio del proceso de discernimiento nacional y el sínodo que hemos vivido desde 2018. Luego, monseñor Guillermo Vera presentó las prioridades pastorales: misión, formación, caridad, y catequesis, iluminándolas con la lectura de la Palabra de Dios.
La invitación cursada es a seguir trabajando en comunión, con alegría y esperanza.
