Hermana Verónica Santillán en Encuentro Sinodal del Cono Sur “El Espíritu Santo estuvo presente en cada una de las sesiones”

Viernes 31 de Marzo del 2023
- Al respecto, la religiosa manifestó su emoción y alegría por su participación y señaló que “bonito sería que en la Diócesis de Rancagua nos dejáramos impulsar por el Espíritu Santo y preguntarnos adónde no hemos llegado y no conformarnos con una pastoral de conservación”.

Tras participar en el Encuentro Sinodal del Cono Sur, la hermana Verónica Santillán (Esclavas  del Corazón de Jesús), conversó con Rumbos sobre esta experiencia de “hacer Iglesia del Cono Sur, donde -aseguró- el Espíritu Santo estuvo permanentemente en cada sesión y hacía de nosotros un nuevo Pentecostés”.

Relató con emoción que “al terminar cada ronda de trabajo quedábamos asombrados de la acción del Espíritu Santo que nos había hablado, susurrado cosas que no creíamos que las llevábamos. En muchos momentos en mi grupo hacíamos pausas para sentir que el Espíritu era el que había pasado para llenarnos el corazón de alegría”.

La hermana Verónica fue una de las tres religiosas que participó -en representación de la Conferre nacional- en este encuentro, que se desarrolló entre el 6 y 10 de marzo, en Brasilia, y donde también estuvieron presentes delegaciones de Paraguay, Argentina, Uruguay y Brasil.

Ésta es la instancia regional del Sínodo, en la etapa continental de América Latina del Cono Sur, y su objetivo era compartir las síntesis nacionales del trabajo del documento preparatorio para esta etapa (DEC).

Cabe recordar que este documento se trabajó en cada una de las diócesis de Chile y luego -entre febrero y los primeros días de marzo- se preparó una síntesis nacional para poner en común con las otras representaciones del Cono Sur, y luego elaborar la sistematización de esta región de América.

La hermana Verónica Santillán destacó la metodología de la conversación espiritual utilizada en el encuentro. Contó que “esta metodología consta de tres rondas y en la primera es la escucha, escuchar lo que el otro trae para contar del documento; en la segunda ronda se hacían preguntas y en la tercera, se ponía en común qué queríamos que se tratara en el encuentro de Roma en octubre próximo”. De esta forma trabajó cada uno de los 21 grupos, en que estaban representadas las vocaciones y servicios dentro de la iglesia: “Eran jornadas muy largas e intensas, pero muy ricas en la presencia del Espíritu”, dijo la religiosa.

 

LA PROPUESTA NACIONAL

La hermana Verónica Santillán explicó que “la Iglesia  chilena viene trabajando desde el 2018 los procesos de discernimiento, por lo que tiene un proceso más largo que fue presentado en el Encuentro”. 

Dijo que dentro de experiencias del proceso sinodal, se destacó: “El reconocimiento del Bautismo como fundamento de la Vida eclesial, sentir que somos comunidad; Escuchar, discernir y llegar a consenso, y para ello es clave tomar el discernimiento como una actitud y dinámica eclesial, que ha sido parte del proceso que hemos venido realizando en la iglesia chilena y que ha permitido realizar un ejercicio más transversal y participativo para acoger estos llamados del Espíritu Santo, que puede hablar a través de todos los miembros de la Iglesia”. 

Otro de los puntos que llevaron fue: Seguir profundizando la sinodalidad, la corresponsabilidad, la organización de los nuevos servicios de la Iglesia, mirar las necesidades reales para dar respuesta y ponerla en movimiento para poder caminar juntos; La acogida, la integración y la inclusión, también fueron planteados y que tienen que ver con la integración de quienes forman la iglesia: las mujeres, los niños, los jóvenes, la diversidad sexual, la ecología integral, los migrantes, entre muchos otros.

También destacó la transparencia en la toma de decisiones, en la gestión eclesial y en el ejercicio de la autoridad, que contribuyen al ámbito de la prevención dentro de la Iglesia, entre muchos otras temáticas.

Al respecto, la hermana Verónica señaló que “si bien los países en general tienen realidades más o menos parecidas, la delegación chilena se vino con la inquietud que no tenemos una Pastoral Aborigen, por ejemplo”.

 

CAMINO POR RECORRER

La hermana Verónica señaló que, tras participar en este encuentro, “me queda resonando en el corazón haber visto, haber vivido y haberme dejado traspasar por el Espíritu Santo. La experiencia sinodal parte de este profundo encuentro con Jesús, que nos hace hermanos y por eso caminamos juntos, que a través del Bautismo nos hace tener la misma dignidad, y con Jesús descubrir que algunos tienen una misión particular, pero todos tenemos y gozamos de la misma dignidad de bautizados”.

Enfatizó que “ojalá ahora podamos llevar a nuestras diócesis, a nuestras congregaciones, a nuestros espacios de iglesia este método de discernimiento comunitario, a través de la escucha atenta, eso es la conversación espiritual, donde escucho al otro y no me paro desde mis prejuicios o paradigmas propios, sino que me libero de todo eso, para dejar que lo que el otro pueda decir pueda ser iluminador para mi vida, para mi misión, para mi servicio”.

Agregó que “tenemos mucho camino que andar y llamo a las diferentes comunidades de la Diócesis de Rancagua a abrirse e ir al encuentro de aquellos contenidos sobre la sinodalidad que nos puedan iluminar para vivir este tiempo, que bonito sería que como diócesis de Rancagua nos planteáramos a dónde no hemos llegado y no conformarnos con una pastoral de conservación y decir estamos bien, sino animarnos a que el Espíritu nos impulse para llegar hasta donde no hemos llegado”, aseveró  la hermana Verónica Santillán.