- La Pastoral Familiar hace una serie de propuestas para poder celebrar en este mes de octubre. El asesor diocesano, padre Ernesto Castro nos cuenta algunas de ellas.
La Pastoral Familiar diocesana cuenta con distintas novedades en su trabajo puesto que el 2019 ingresaron nuevos integrantes al equipo, que han dado un sello renovado a la labor, así comenzaron una nueva etapa a la luz de “LA ALEGRIA DEL AMOR”, Exhortación Apostólica del Papa Francisco.
Al respecto, su asesor, el padre Ernesto Castro, indica que éste es “un documento largamente esperado con el que el Papa Francisco, lejos de aspirar a una nueva normativa en materia de familia, ha tratado de “proponer valores” atendiendo a los problemas reales de las personas”.
En ese contexto, señala que “teniendo en cuenta esta nueva carta de navegación es que nos hemos propuesto inicialmente como misión implementar estrategias tendientes a desarrollar instancias pastorales que permita a las parroquias y sus comunidades ser capaces de acoger, apoyar y acompañar a las familias en su diversa complejidad, en todas las etapas de su ciclo de vida, en forma colaborativa con las organizaciones que forman parte de la Diócesis y de la sociedad en general”.
Es por ello que se proponen trabajar con todas las pastorales y movimientos de la Iglesia y otras entidades sociales en forma inclusiva, en el desarrollo de estrategias que permitan que “cada familia viva una espiritualidad propia, siendo al mismo tiempo una iglesia doméstica y una célula vital para transformar el mundo”, como dice Francisco.
- ¿Cuál es la relevancia de celebrar el Mes de la Familia?
Octubre es una oportunidad para la Pastoral, en conjunto con las parroquias, capillas, movimientos y familias, de relevar el valor de las familias en cada rincón de la Diócesis. La Iglesia celebra Mes de la Familia 2022 bajo el lema “La Alegría del amor”, y es un gran momento en que podemos vivir con cada una de ellas la dicha de serlo, el cómo somos capaces de acogerlas sin distinción, cómo procuramos que cada una pueda vivir el plan que Dios tiene pensado para cada una, cómo les ayudamos a descubrir este plan.
- ¿Cuál es la propuesta que hacen a nivel diocesano?
Proponemos para este mes que cada parroquia, capilla, comunidad realicen celebraciones comunitarias en cada semana, que destaque algún aspecto importante de cada familia.
Con estas sencillas propuestas pretendemos que las comunidades de base y, en general, todos los agentes pastorales, ya sean laicos, religiosos o sacerdotes, fomenten el amor y compromiso con la familia.
PROPUESTAS PASTORALES
Lo primero que indica el padre Ernesto es que es importante realizar difusión de lo que se está viviendo. Es por ello que pide que, durante todo el mes, con sencillos afiches con oraciones la Iglesia vaya compartiendo por whatsapp, instagram y facebook, este tiempo especial.
Como ambientación externa proponen poner de relieve a la Sagrada Familia en lugares destacados de las iglesias y capillas. “En este sentido con creatividad y sencillez crearemos un ambiente especial”, precisa. En tanto que invita también a que cada familia prepare un altar en su casa con una imagen de la sagrada familia y ponga junto a ella una foto de su familia, con el lema de “No existen las familias perfectas, tal como nos recuerda “Amoris laetitia”, y no debemos tener miedo de las dificultades. Todas las familias tienen inquietudes, sufrimientos, pero también gozos y esperanzas".
“Paralelo a esto- dice el asesor- propongamos a la Catequesis familiar que los niños de catequesis decoren un altar de la Sagrada familia, para que el Sacerdote la bendiga en misa y la lleven a sus casas”.
Para las celebraciones dominicales, el equipo pide que se de a conocer “la Oración por la familia", ya sea regalando el texto en letra grande y rezándola al final de la misa durante todo el mes de octubre, como fomentando que en la casa se rece frente al altar creado.
Además, proponen incluir en la Oración universal temas que afecten a las afecten como rezar por: las familias en crisis, las familias en duelo, las familias que inician su vida unidos, las familias con padres divorciados, las familias de migrantes, etc.
Proponen también temas y signos específicos para relevar durante cada semana de manera que se tenga durante todo el mes este tema, tan importante para toda la iglesia, en nuestras oraciones y presente en el trabajo pastoral de cada comunidad.
"LA FAMILIA QUE REZA UNIDA, PERMANECE UNIDA"
En una sociedad que busca mejores horizontes el lema que difundió el P. Patrick Peyton en su campaña mundial de oración, cada vez cobra mayor vigencia como un grito profético llamando a la Familia, "Iglesia Doméstica" a vivir realmente su vocación como casa y escuela de comunión.
Sin duda que todos queremos mejores condiciones de vida aspirando a la felicidad por diversos caminos. Para los creyentes, en general, y para nosotros cristianos en particular, DIOS ocupa un lugar privilegiado y su nombre no debe ser silenciado sobre todo cuando se confunde al pueblo a través de diversas ideologías que rompen la unidad y la paz. En este sentido, los últimos acontecimientos en nuestro país hablan claro y pueden ser interpretados como coherencia entre fe y vida vuelve a mis oídos lo que se cantaba antiguamente: "A Dios queremos en nuestras leyes, en las escuelas y en el hogar".
La Iglesia católica convoca hace años a una "Semana de la Familia" con la distribución de carpetas y declaraciones para que valoremos el don de formar y pertenecer a una familia, rezar por ella y tomemos en cuenta la precariedad y vulnerabilidad de las relaciones familiares opacadas por la falta de un amor auténtico, gratuito y sin falsos intereses.
El Papa Francisco en su exhortación "Amoris laetitia" Sobre el amor en la familia, en el número 88 nos recuerda: "el amor vivido en una familia es una fuerza constante para la vida de la Iglesia" y añade: "la belleza del don recíproco y gratuito, la alegría por la vida que nace y el cuidado amoroso de todos sus miembros, desde los pequeños a los ancianos, son solo algunos de los frutos que hacen única e insustituible la respuesta a la vocación de la familia, tanto para la Iglesia como para la sociedad entera".
Al hablar de rezar en familia, se entiende al núcleo familiar, pero es bueno además mirar la participación en la Eucaristía, oración por excelencia; en el último Sínodo diocesano se optó por una Iglesia Eucarística, Fraterna, Solidaria y Misionera, para lo cual no debe decaer el entusiasmo y convencimiento por la pastoral de conjunto donde la Catequesis Familiar, Pre-Matrimonial y la misma Pastoral Familiar procuren un encuentro con el Dios vivo que nos convierten en testigos convincentes.
Provengo de una familia tradicional, imperfecta, pero donde siempre hubo un espacio para la oración. Si pudiera conversar con el P. Peyton -en la eternidad- le contaría que no pudimos ir al encuentro en el Estadio El Teniente cuando vino, pero que siempre rezamos en familia el rosario (hermanos, primos, tíos...conducidos por una piadosa abuelita) en verano en torno a una gruta en el patio de la casa y en invierno alrededor de un bracero y, aunque a veces dormitando, terminábamos con las letanías. De ahí resultamos dos sacerdotes y dos monjas. ¡Eran otros tiempos!
EL desafío es cómo atraer a las nuevas generaciones, le damos tiempo al tiempo y con el "mazo seguimos dándole".
P. José Miguel Ortiz B.