La Parroquia San Francisco de Asís de Rancagua celebró el pasado domingo 1 de junio una nueva versión de su campaña solidaria “Dar abrigo es dar amor”, una hermosa tradición comunitaria nacida en tiempos de pandemia y que, año tras año, sigue creciendo gracias a la generosidad de tantos fieles.
Tras la eucaristía de las 11:30 horas, voluntarios de la parroquia entregaron frazadas, ropa de abrigo y útiles de aseo a los hermanos y hermanas que semana a semana participan del Comedor Solidario, una de las obras sociales más significativas de la comunidad parroquial.
La actividad fue vivida con profundo espíritu de servicio, acompañada por sonrisas, palabras de aliento y la convicción de que la caridad cristiana transforma vidas. Para quienes recibieron la ayuda, fue mucho más que una donación: fue un gesto de dignidad y cercanía en medio del frío invierno.
“En este tiempo de frío, abrigar no solo significa cubrir el cuerpo, sino también brindar consuelo, dignidad y esperanza”, señalaron desde el equipo organizador, agradeciendo con emoción a cada persona que aportó con su donación. “Cada frazada, cada prenda, cada jabón fue una forma concreta de decirle al otro: no estás solo”, agregaron.
La campaña “Dar abrigo es dar amor” se ha convertido en un signo visible del amor de Cristo que se hace acción, y en una invitación constante a vivir la fe desde el compromiso con los más necesitados.