La Región de O'Higgins vibró este domingo con la celebración del tradicional Cuasimodo, una expresión genuina de la fe popular que, desde tiempos coloniales, recuerda la importancia de llevar la Eucaristía a los más necesitados.
El Padre José Vergara, vicario general de la Diócesis de Rancagua, explicó que en sus orígenes, los huasos acompañaban a los sacerdotes para proteger los vasos sagrados en su misión de entregar la Comunión a los enfermos. "Lo importante era el Señor sacramentado que se llevaba como consuelo y esperanza", señaló.
Hoy, esta hermosa tradición sigue viva gracias al compromiso de comunidades como Guacarhue, donde más de 200 huasos, a caballo y en carruajes, acompañaron al sacerdote por caminos rurales.
La celebración del Cuasimodo no se limitó a Guacarhue; también se vivió con gran fervor en Pichilemu, Placilla, Roma (San Fernando), Chancón (Rancagua), Las Cabras, Machalí, El Manzano, Las Garzas y Doñihue, mostrando cómo la fe sigue arraigada en el corazón campesino.
En Graneros, la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen se unió a esta tradición con huasos, ciclistas y fieles en vehículos. El Diácono Carlos Martínez fue quien, en nombre de la Iglesia, llevó la Santa Comunión a los enfermos, mientras numerosos fieles recibían bendiciones en las calles.
Al finalizar, los participantes compartieron un momento fraterno de agradecimiento a Dios, reafirmando que el Cuasimodo no solo es tradición, sino también un acto de amor y servicio que fortalece nuestra identidad como pueblo de Dios.
¡Viva Cristo Rey, hoy y siempre en nuestros corazones!