Palabras del Pastor

Obispo de Rancagua llama a la Conversión y Misericordia en mensaje de Miércoles de Ceniza

- Monseñor Alejandro Goic Karmelic, invitó a toda la comunidad diocesana a vivir esta Cuaresma “con hondura espiritual, con austeridad y compartiendo lo que somos y tenemos con los demás”.

El obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic, envió un mensaje  a toda la comunidad diocesana.

 

El 10 de febrero del 2016, con el miércoles de Cenizas, comenzamos el tiempo de Cuaresma, enmarcado en el Año Jubilar de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco desde el 8 de diciembre del 2015 al 26 de noviembre del presente año”.

 

Cuaresma es tiempo de oración, de conversión, de penitencia, de caridad efectiva y también de misericordia y perdón.  Cada año realizamos la maravillosa acción pastoral “Cuaresma de Fraternidad”, campaña que el 2016 estará dedicada a los Adultos Mayores en situación de vulnerabilidad social.

 

El lema del año de la misericordia es “Misericordiosos como el Padre”, y es así  como hemos de vivir este tiempo de gracia. De cara a este tiempo jubilar queremos que nuestros adultos mayores puedan sentirse verdaderamente integrados a la vida de nuestras comunidades.

 

Invito a toda la comunidad diocesana a vivir esta Cuaresma con hondura espiritual en una mayor intimidad con el Señor de la vida y de la historia;  a vivir austeramente  y con un estilo de vida sobrio y sencillo;  y a compartir lo que somos y tenemos con los demás. A mirarnos todos con misericordia y a perdonarnos mutuamente nuestras debilidades humanas, tal  como el Padre lo hace con cada uno de nosotros.

 

Entonces, la celebración de la Pascua, el 27  de marzo del 2016, será verdaderamente un paso salvador en nuestras vidas.  Será la fuerza del Resucitado que en nosotros producirá frutos de vida nueva, de renovación, de conversión verdadera.

 

            Viviremos esta Cuaresma desde la esencia misma del misterio de Dios, desde su misericordia y su perdón, reconociéndonos pecadores redimidos que anhelan hacer vida así “como ama el Padre, así aman los hijos.  Como Él es misericordioso, así estamos nosotros llamados a ser misericordiosos los unos con los otros”. (M.V. 9)

 

            Desde ya los animo a concretizar la caridad, la misericordia y el amor en todas las instancias de la vida y en esta ocasión con los Adultos Mayores, que necesitan, en el ocaso de sus vidas,  todo nuestro cariño y preocupación fraterna.

 

            Que nuestra Iglesia de la Santa Cruz de Rancagua pueda dar testimonio de una Iglesia cercana, acogedora, llena de bondad y misericordia,  donde todos encuentren una razón para seguir viviendo en el amor, la paz y la esperanza.

 

                                               Les quiere y bendice.

+Alejandro Goic Karmelic

Obispo de Rancagua