Monseñor Guillermo Vera presidió su primer Te Deum en Rancagua

Jueves 30 de Septiembre del 2021
• Ante la presencia de las principales autoridades regionales, de laicos y consagrados se realizó el tradicional Te Deum de Fiestas Patrias el 18 de septiembre en la Catedral de Rancagua. • La ceremonia fue presidida por el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto y concelebrada por sacerdotes del decanato de Santa Cruz de Triana.

Como es tradicional, en la Catedral de Rancagua este 18 de septiembre se realizó el Te Deum de Fiestas Patrias, presidido por primera vez por el obispo Guillermo Vera y que contó con la presencia de autoridades regionales como Ricardo Guzmán, Delegado regional presidencial; Teresita Núñez, en representación del Gobernador Regional; Juan Ramón Godoy, Alcalde de Rancagua; Alejandro García Huidobro, Senador; y de quienes encabezan las Fuerzas Armadas y de Orden en la región.

En su mensaje ante los fieles, el obispo de Rancagua dio cuenta de las distintas realidades que se viven en el país y las dificultades que se han hecho patentes durante la pandemia. Recordó la incertidumbre que se “ha albergado en nuestros corazones, pero también nobles iniciativas e ímprobos esfuerzos han surgido para hacer frente a la pandemia y vencerla”.

Con énfasis dijo que “Dios no nos ha dejado en medio de la tempestad” y que ello “se ha puesto de manifiesto en el trabajo de tantos que no han parado de servir. A las autoridades les ha correspondido tomar decisiones difíciles, no siempre entendidas, cuestionadas, pero sin duda tomadas con el afán de responder a problemas urgentes, en medio de una tempestad que a todos nos mareaba y que iba dejando muertos y sembrando dolor”.  

En una mirada a lo qué pasa en el país indicó que “en la gran viña que es Chile tenemos trabajos pendientes y urgentes, pienso en el conflicto de la Araucanía, donde sin duda se requiere un esfuerzo potente del Estado y de todos los ciudadanos involucrados para ayudar a buscar canales de entendimiento, y poder así arribar a soluciones acordes a la profundidad de la situación”. 

En cuanto a la Convención Constitucional y la nueva Carta Fundamental precisó que “es un gran trabajo que vamos realizando. Como país estamos atravesando un proceso de participación inédito y que debe ser realizado en un ambiente de transparencia y confianza. El proceso elegido requiere caminos de escucha y discernimiento. Durante los próximos 9 meses estaremos debatiendo sobre los temas fundamentales que marcarán el camino de nuestra Patria por varias décadas. Hemos de estar atentos para hacer oír nuestra voz, con respeto hemos de manifestar lo que creemos bueno para Chile. La Convención requiere de nuestra oración y la participación de todos”. 

Preciso también que “Chile no es un papel en blanco por escribir, es un libro que por siglos se viene escribiendo con trabajo, esfuerzo, encuentros, desencuentros, avances, retrocesos y que hoy las manos de todos debemos seguir escribiendo para el bien de ésta y de las nuevas generaciones”.

 

Homenaje al Soldado desconocido

La liturgia siguió con la oración universal en la que se pidió por la renovación de la Iglesia; por las autoridades políticas, jueces y legisladores; por las Fuerzas Armadas y de Orden; y por todos los hijos es hijas de Chile para ser fuertes y esperanzados. 

Al finalizar, se realizó un homenaje al soldado desconocido de la Batalla de Rancagua, cuyos restos se encuentran en la Cripta de la Catedral. En ese contexto, el general de Brigada Patricio Amengual, jefe de la VI y VII zona, se dirigió a los presentes para reconocer en él a todos los soldados de la nación. 

Posteriormente, el obispo de Rancagua invitó a rezar un responso fúnebre por ellos y, luego, invitó a las autoridades presentes a visitar la cripta dela Catedral donde se encuentra la sepultura del soldado desconocido. En ese lugar se puso una ofrenda floral en su honor.