El año 2020 fue un año complejo, y por ello, el párroco de la Parroquia de San Francisco de Asís de Placilla, padre Valentín Zúñiga, intentó adecuar lo más posible las acciones pastorales a esa realidad. En ese sentido, la catequesis funcionó “a medias” desde los hogares con apoyo de los padres.

Explica que “durante el año fue complejo realizar la catequesis, pero con los catequistas esperamos que concluyera el año académico y en enero realizamos un curso intensivo para que los niños, 95 en total, pudieran concretar durante febrero la entrega del sacramento de la Primera Comunión con todos los protocolos correspondientes a la fase 3”. Por ello, esta ceremonia se realizó durante varios sábados seguidos para cumplir con los aforos que se exigían.

Este hecho es para el padre Valentín una gran satisfacción pastoral, porque “conseguimos que ningún niño que había iniciado su proceso de formación, quedara pendiente”, señala; y cuenta que en el mes de mayo esperan que los jóvenes que se prepararon para la Confirmación puedan concretarla. Para ello, durante este tiempo se están reuniendo con sus catequistas de forma intercalada: un sábado presencial y al siguiente online.

Por otra parte, el padre Valentín destacó la gran cantidad de obras solidarias que pudieron realizar con su patrono San Francisco a la cabeza. Cada campaña se organizó en tres etapas: la primera la recolección de alimentos con San Francisco recorriendo los lugares más recónditos de nuestra comuna; la segunda etapa fue de ordenar y armar cajas; que en la tercera etapa fue de distribución.

“Los catequistas, agentes pastorales y coordinadores pastorales realizaron un catastro que permitió determinar las personas y familias que en ese momento requerían de mayor apoyo, dada la situación de pandemia que se estaba viviendo”, aseveró el padre Valentín. Es así como se llegó a las 12 comunidades más la sede parroquial.

El padre Valentín atribuye toda esta generosidad a la cultura campesina de la comuna de Placilla que, con gran devoción a San Francisco, hizo posible esta solidaridad y fraternidad que permitió reunir cerca de 680 cajas de alimentos. “Fue un gran desafío el año pasado pero con muchos frutos, pese a la adversidad”, sentenció.

MISAS PRESENCIALES

El padre Valentín cuenta que si bien a principio de año, al igual que todas las parroquias debieron cerrar las puertas, a mitad de año, estando en fase 3, pudieron desarrollar la Eucaristía de forma presencial cumpliendo con aforos.

No obstante esa realidad, el padre Valentín enfatiza que “hemos seguido con las misas online, incluso en un momento las transmitimos por la radio y facebook”. Explica que la municipalidad de Placilla también ha apoyado en la transmisión de las misas, las cuales seguirán siendo online, aunque se vuelva presencial. El padre señala que “en la comuna hay muchas personas mayores han accedido virtualmente a la Eucaristía, pese a que añoran venir presencialmente a los templos y capillas de las comunidades, pero, paso a paso, nos hemos ido ajustando a lo que se nos indica”.

También “hemos seguido sirviendo a la comunidad en terreno, visitándolos en los hogares para entregar la comunión, la unción de los enfermos y atender los funerales, la gran mayoría por causas naturales”. En todas estas labores apoyaban los ministros de comunión, pero hoy, ellos se encuentran en receso y el padre ha absorbido esa labor: “he estado mucho más en terreno, en las comunidades, para que no queden desamparadas en la atención espiritual”.

LOS DESAFÍOS

Entre los desafíos planteados está seguir prestando el servicio generoso de llegar a las personas que necesitan y que las puertas de los templos estén abiertas para quienes requieran rezar. Los sacramentos los mantendremos. De hecho, los niños ya se inscribieron en sus comunidades y alcanzaron a reunirse en una oportunidad hasta que llegaron estas nuevas restricciones. Por ello, aunque tengamos retrocesos iremos viendo cómo desarrollar las catequesis. “

“Para los bautizos, señala, aplicamos la misma lógica: se realizan bautizos con cinco personas, los días viernes, uno en la mañana y otro en la tarde. Al igual que los casamientos, que deben cumplir los requerimientos”.

Los más relevante dice el padre Valentín es “intentar continuar, respetando las medidas sanitarias, reuniéndonos con los catequistas, los agentes pastorales, que la parroquia funcione. Si no es presencial, es a través del contacto telefónico; y tener flexibilidad es así como el Inicio de Año Pastoral debió ser cambiado hasta nuevo aviso”.

Me gustaría “animar a la comunidad diocesana y de Placilla a tener esperanza y tener presente que el Señor nunca nos abandona, siempre nos acompaña, y que miremos a nuestro prójimo, como nuestro patrono San Francisco, con su sencillez y humildad”.