El fin semana, los internos del Complejo Penitenciario de Rancagua vivieron un momento de recogimiento al celebrar la festividad religiosa de Domingo de Ramos.
De este modo, los internos con ramos en mano, junto al obispo diocesano Monseñor Alejandro Goic y el capellán de Gendarmería padre Luis Escobar, graficaron la entrada triunfal de Cristo aclamado con alabanzas al Mesías, el que días más tarde sería crucificado.
En este sentido, la Biblia menciona que cuando Jesús llegó a Jerusalén para celebrar la pascua, le pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó. Mucha gente lo esperó para recibirlo como un rey, ya que algunos habían estado presentes en sus milagros y habían escuchado sus parábolas, por lo que le cantaban cánticos y lo alababan con palmas en las manos. La gente le tendía sus mantos y otros cortaban ramas de árboles dándole la bienvenida.
Así también en la homilía, Monseñor Alejandro Goic recordó la pasión del Señor, específicamente en el momento cuando uno de sus apóstoles, Pedro, niega a Jesús tres veces. Destacando así, el arrepentimiento que sintió uno de los doce al haberle fallado al Maestro. Con esta situación realizó un símil de lo que viven ahora los privados de libertad “ustedes también se pueden arrepentir como Pedro y llegar a ser Santos”, expuso el prelado.
Así, con la celebración de Domingo de Ramos comienza para los católicos la Semana Santa, en la que se resume la Pasión y Muerte de Cristo y su Resurrección gloriosa.
En la oportunidad, además, el prelado bendijo siete imágenes de la virgen María, las que ocuparán un lugar importante en los diferentes recintos penitenciarios de la Región de O'Higgins.
