Gran participación en las ceremonias y liturgias de Semana Santa hubo en la Parroquia San José de El Manzano, lo que da cuenta de un renacer de la comunidad parroquial, que luego de la pandemia ha vuelto poco a poco al templo.  Así lo señala el Padre Rodrigo VargasPizarro, quien asumió la administración de la parroquia hace algo más de un año, luego de una larga estadía en Punta Arenas. El padre cuenta que recibió este nombramiento con mucho cariño y entusiasmo, más aún al conocer a la feligresía y las bondades de la zona que, además, le permite una mayor cercanía con su familia.

En este proceso de incorporación, dice, se tomó un periodo de observación para conocer a la comunidad y luego, con su apoyo, avocarse a la reorganización y recuperación de espacios.

La parroquia está compuesta por lascomunidades: Llallauquén, Durazno, Las Balsas, El Estero, Llavería, La Cebada, Los Aromos, San José de Cocalán, El Parrón y Punta Verde.Y en cada una de ellas, los fieles han vuelto a participar de la Eucaristía los fines de semana. Ha habido un “renacer de las comunidades”, dice el Padre, quien agrega que en esta zona confluyen muchas cosas bonitas, como el aumento de la población en el verano a causa de los turistas, la gente de campo, que fortalece la dimensión cultural de las tradiciones. A eso añade el cariño especial de todos por las misas de recordación y de sanación.

Misas de recordación y de sanación

Ser una comunidad con gran devoción y fe, que recuerda a sus seres queridos que ya han partido y encomienda sus dolores y penas a Dios, es una de las características de la feligresía del sector parroquial, por ello, lasmisas de recordación y de sanación son muy concurridas.

Las misas de recordación, señala el padre Rodrigo, se han convertido en una verdadera oportunidad de reencuentro para las familias y cercanos. Explica que en El Manzano se celebra esta misa para rezar por el descanso eterno de las almas de aquellos que han fallecido y, además, se cuenta con otras actividades: pequeños recuerdos y la imagen del difunto rodeada de todos los que acuden a esta invitación, que generalmente termina con un compartir después de la ceremonia.

Por su parte, las misas de sanación también tienen una alta convocatoria. El padre Vargas explica que “se trata de una misa normal en la que al final se imponen las manos y cantamos de una forma grande, fuerte, con pasión. Yo les digo que cuando uno canta, ora, y cuando uno se entrega a la misa, Dios puede hacer grandes cosas en nosotros”. Añade que creeque “es una intervención directa de Dios, como para decirte oye despabílate, y empieza a cantar más en tu vida, empieza a ver otras cosas, deja de pensar mucho en el pasado, deja de pensar mucho en tus culpas y vamos y generemos vida y generemos cosas que sean buenas para los demás”.

El sacerdote explica que ya sea por motivos de enfermedad, de tratamientos invasivos o simples ganas de participar, la respuesta de la gente ha sido muy buena, incluso vienen de otros sectores a la misa de sanación.

Los desafíos

No son pocos los desafíos que se ha planteado para el administrador de esta parroquia. Por el momento, ya se estableció la realización de una primera reunión del Consejo Parroquialcon encargados en el área económica, de redes sociales, de catequesis, entre otros. La idea es que todas las áreas de la vida parroquial estén integradas, por ejemplo, encargados de sanación y liberación, de loscuasimodistas, corraleros, etc.

Esta reorganización va de la mano con la incorporación de espacios físicos que permitan el funcionamiento de grupos y comunidades al interior de San José de El Manzano. Se debe contar 

con un salón y con baños, que no hay actualmente, por eso el proyecto de un salónparroquial que permita realizar retiros y todo tipo de actividades es el gran desafío estructural del momento. “Es importante contar con el espacio donde reunirnos y generar cosas, algo sencillo”, explicó, agregando lo bueno que ha sido contar con la generosidad de la gente y de los turistas para implementar estos proyectos.

Pero no todo son expectativas, también hay que destacar logros importantes para la comunidad como las mejoras relacionadas con el cementerio, que ahora cuenta con un título que lo identifica, además de la construcción y habilitación de servicios higiénicos.

Para el Padre Rodrigo Vargas, el llamado a este renacer de su parroquia es claro: “Volvamos a las cosas que son amables, sanas, a tratarnos bien, con respeto”. Todo ello siguiendo el mensaje de nuestro Señor Jesucristo.